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XAIME MARTÍNEZ | Escritor y cantante

"En Asturias da igual lo que hagas porque nadie mira para ti, y eso da mucha libertad"

"Tengo prisa por irme de casa; en Barcelona probé qué es un sueldo 700 euros de becario, 1.300 de redactor y viví bien"

Xaime Martínez, a la puerta de la librería Cervantes de Oviedo. MIKI LÓPEZ

-Estoy con ganas de algo impreciso todavía y supongo que por eso soy cantante de un grupo, "La Bande", escribo canciones, hago periodismo cultural en la revista digital "Oculta Lit" y Saltadera acaba de editarme "Hibernia", mis poemas en asturiano.

Xaime Martínez, (Oviedo, 1993). "Sentimentalmente, me considero de Anllares del Sil".

- En El Bierzo, ¿por qué?

-Uno necesita una genealogía para la épica. De allí es la familia de mi padre. Es un pueblo con 13 habitantes que en verano llegan a ser 100, gente que vuelve, no asturianos. Las casas son de piedra, hay una cantera de pizarra, un castro celta y una central térmica. En ese concejo Ángel González curó la tuberculosis y fue profesor en Primout a los 20 años.

- Bacilo de Koch y poesía, gran relación perdida.

-Yo soy asmático de Ventolín, Terbasmín y Pulmicort. Mi güelu maternu, médicu, me mintió diciendo que me curaría de mayor.

- ¿Por qué tanto Anllares?

-Tengo problemas con la ciudad, algo absurdo porque no conozco lo rural. Hacía arcos para cazar que no funcionaban y buscaba un nido de pegas que nunca encontré porque no sabía nada del campo. Me di cuenta de que me gustaba no la naturaleza, sino su relato. Así entendí pronto que lo que me gustaba era escribir.

Hijo de profesores de la enseñanza pública, creció en Teatinos, estudió en las Ursulinas, hizo Filología Hispánica en Oviedo y un máster de Literatura Comparada y Estudios Literarios y Culturales en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde vivió otro año trabajando en "Playground".

-Me enamoré de Barcelona y de la rumba catalana. La mayoría de mis compañeros emigraron a Madrid y quedé sin red de apoyo.

- Ambiente del procés.

-Mis amigos catalanes -cercanos a Podemos, IU, la CUP- eran escépticos hasta que empezó la deriva fascistoide del Gobierno de Madrid y se movilizaron abiertamente. Yo fui un poco "indepe".

- ¿De Cataluña o de aquí?

-De Cataluña.

- ¿Es Xaime de nacimiento?

-No, estoy en proceso de cambiarlo oficialmente.

- ¿Vive independiente?

-Con mi madre, Charo, de Mieres, a la espera de empezar un doctorado y lograr una beca.

- ¿Tiene prisa por irse?

-Toda. Probé qué es tener un sueldo -700 euros de becario y 1.300 como redactor junior- y viví bien con Esther, mi novia desde hace 4 años.

- ¿Qué quiere en dos años?

-Vivir de la escritura. He escrito para un manual de la historia de la ciencia-ficción española un capítulo dedicado a la poesía.

- ¿La hay?

-Dicen que desde el siglo XIX con "La Atlántida", de Jacint Verdager. Para mí, desde la tercera parte de "La nave" (1959) de Tomás Salvador, escrita en verso épico. Me gustaría vivir de leer.

- Eso se paga fatal.

-Escribir es un modo de leer. Siempre leí, ahora menos: me empieza a resultar más previsible y pierdo capacidad de atención.

- ¿Qué ha leído?

-Literatura fantástica. Con 15 años, mi padre, Carlos, me regaló "El Aleph", de Borges. No me enteré de todos sus juegos intelectuales, pero intenté dar el salto a otra manera de leer. Soy de la generación de Harry Potter y Eragon. Leí "El señor de los anillos" por los orcos. De la idea romántica de lo medieval viene mi asturianismo. Leía sobre celtas y escuchaba música seudocelta. Me gusta recuperar una Edad Media fragmentada, posmoderna.

- ¿Siempre fue de letras?

-Era un alumno sobresaliente y me presionaron para hacer un Bachiller de Ciencias. No me arrepiento: aprendí mucho, sobre todo que aborrezco la ciencia. Me parece una metáfora tomada demasiado en serio. Los científicos deberían empezar por la poesía.

- Es poeta desde Primaria.

-En sexto hice una versión del soneto de Quevedo contra Góngora, dedicada al profesor de Matemáticas. Al de Literatura le gustó, al de Matemáticas, no. Me interesa la tradición, trabajo las formas y me meto ridículamente con la autoridad y conmigo.

- ¿Qué le ha dado la poesía?

-El premio "Antonio Carbajal" por "Fuego cruzado". Gané con Diego Álvarez Miguel un premio de la Universidad por el libro de relatos "Los 3.000 cuentos de Marcelino Tongo". Mil euros cada uno. Es verdad que la poesía te enseña sobre ti mismo y a fijarte en las cosas de manera más precisa, a verles su valor simbólico. Como deformación profesional, sobreanalizas y no puedes parar de ver ficción en la realidad.

- ¿Qué música hace?

-Folk realista, quiero pensar. No quiero renunciar a la parte de mi identidad que se creó en mi adolescencia, sino resolver sus contradicciones en mi propuesta.

- ¿Cómo llegó a la música?

-Quería tocar el piano y entré en el Conservatorio. Mi madre quedó muy traumatizada por el estalinismo con que se enseña la música clásica. No le hice caso hasta que el estalinismo me convenció de que saliera. Pasé al jazz y de ahí al pop. Con 16 años y unos colegas formé "La Bande", que tiene dos discos "La llamada del hombre ciervo" y "Un cadáver exquisito".

-¿Cómo les va?

-El curso pasado fuimos de gira por España con 11 actuaciones y alguna más en acústico. Tenemos deudas del último disco.

- ¿Vivirá aquí?

-Los jóvenes tenemos que intentar que esto salga adelante y crear una red que nos permita hacer cosas interesantes.

- Actividad aquí y en Barna.

-Allí hay más actividad, aunque no proporcionalmente. Allí hay mucha tensión por figurar y aquí da igual lo que hagas: nadie mira para ti. Eso da mucha libertad. La Cordillera oculta editores y músicos increíbles como Lorena Álvarez, Pablo und Destruktion, Fee Reega, Alberto y García o "Ilegales".

- ¿Cuál es su plan B?

-Nada: escritura o hambre, que es también el plan A. No me importaría tener una quesería.

- ¿Qué plazo se da?

-Hasta que quede calvo. Y siempre puedo ir a Turquía a hacerme implantes capilares.

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