Un bosque mágico en un entorno idílico, un lobo llamado Gris que lucha por el amor de su encantadora compañera de manada Bianca y que será convertido en oveja por culpa de una poción que consigue en un campamento de conejos gitanos..., son algunos de los disparatados ingredientes de la película "Ovejas y lobos", una producción rusa dirigida por Maxim Volkov y Andrey Galat, con guión de Neil Landau, que divertirá sobre todo a los más pequeños de la casa. En cambio, la tercera entrega de las aventuras del villano Gru, entretendrá a públicos de todas las edades (a veces, más a los padres que a los hijos), ya que los responsables de esta cinta, dirigida por Kyle Balda, Pierre Coffin (presente en las tres partes de la saga) y Eric Guillon, vuelven a acertar con la fórmula y consiguen que no defraude la historia del adorable malvado, que en esta ocasión tendrá que lidiar, además de con los cotidianos problemas de sus tres adorables hijas, con la aparición de su hermano gemelo, desaparecido durante años y que ahora llega para animar a Gru a dar su último gran golpe. Lo mejor, como siempre, las partes protagonizadas por esos pequeños y amarillos seres tiernamente descerebrados llamados minions.