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Párroco de Lugás

Poreñu o la meta alcanzada

Un "Pueblo ejemplar" que no cabe en sí de alegría

Los vecinos de Poreñu, ayer, en plenos preparativos para recibir hoy el premio "Pueblo ejemplar". PATRICIA MARTÍNEZ

"Poreñu, Pueblo ejemplar" constituye ya para la historia un binomio inseparable. Un pueblo y una cualidad que de él se predica: la ejemplaridad, es decir, el ser modelo y paradigma de comportamientos cívicos y ciudadanos. Supone un compromiso y un proyecto de actuación, un título que, en lo sucesivo, nadie podrá arrebatarle.

Los vecinos de Poreñu rebosan de alegría y los proyectos que tenían entre manos están seguros de llevarlos a finalización y cumplimiento. Su principal compromiso se cifra en una sola palabra: continuar. La asociación de vecinos "La Capilla" no ha dejado pasar ni un momento para reemprender la tarea de ser ejemplares. "Les satisferies" volverán a tratar de mantener al pueblo, ahora y para lo sucesivo, en estado de revista. Nadie se echará atrás en el compromiso aceptado, nadie remoloneará frente a los compromisos que los hagan imitables, los constituya en ejemplares. Su colección etnográfica seguirá incrementándose; sus acciones solidarias no tienen por qué ser abandonadas; su centro social continuará siendo un vínculo de unión, será una vivencia siempre de confraternización. Poreñu seguirá siendo el mismo, con las mismas peculiaridades que le han llevado a "Pueblo ejemplar".

Conozco bien de las singularidades que definen al Pueblo de Poreñu. He estado a su lado como cura, un tiempo breve, dos años, pero para que pueda tener una visión aquilatada de cómo son sus vecinos frente a las tareas de la comunidad, ha sido más que suficiente. Las tradiciones del pueblo permanecen vivas, porque no quieren que se pierda nada de lo que pertenece a sus vivencias tradicionales. Integrados canónicamente en la parroquia de Santa María de Celada, son conscientes de su historia y de su pasado de fe.

La primera ver que el nombre "Porenno" aparece en la Historia nos la ofrece el Libro de los Testamentos en la donación del año 921 por el rey Ordoño II de León a la Catedral de Oviedo, cuando dice: "in Porenno, Ecclesiam Sante Eulalie similiter", es decir, "en Poreño, de igual modo, (donamos) la Iglesia de Santa Eulalia", refiriéndose a la Capilla que debió de existir, entre Poreño y La Espina, donde se hallan los "prados de Santolaya".

La descripción más antigua de la parroquia se halla en el Libro Becerro de la Catedral de Oviedo (1385), en estos términos: "Santa María de Çeleda: úsala presentar e instituir el obispo. Es capellán de ella Fernán Martínez. Tiene de manso seis días de bueyes. Los diezmos pártense de esta manera: la mitad lleva el cellero del obispo, la otra mitad lleva el capellán -que es el cura-. Paga de procuración dos tercios".

Ellos, los vecinos de Poreñu, saben bien que esa es su trayectoria y que el Obispo Don Gutierre de Toledo fue el primero que fijó las pautas de la organización canónica de los Arcedianatos. Poreñu, con todos sus barrios, quedaba incardinado dentro de la parroquia de Celada. Celada quedaba integrada en el Arciprestazgo de Villaviciosa, formando parte del Arcedianato del mismo nombre, de Villaviciosa.

Poreñu, desde el siglo XIII, gozó de un privilegio especial, ser coto y señorío, administrándose en lo temporal, conforme a la voluntad del Señor del Coto, que vino a ser, con el paso de los años, el mayorazgo de la Casa de Hevia en Villaviciosa. El mayorazgo fue creado por Don Rodrigo de Hevia, Chantre de la Catedral de Oviedo, con casa solariega en el Palacio de los Hevia de Villaviciosa. Allí, en 1517 recibiría Don Gutierre de Hevia, sucesor en el vínculo del mayorazgo, al Príncipe Carlos de Gante, después rey de España, Carlos I.

Con los feligreses y vecinos de Poreñu pude llevar adelante obras necesarias en la iglesia parroquial, realzando su pila bautismal prerrománica, de las muy escasas existentes en Asturias, haciendo un altar mayor de cantería, disponiendo un altar lateral de madera en la iglesia para la Virgen del Rosario, titular de la parroquia. Se comprobó el pequeño resto del escudo que en el centro de la bóveda acreditaba las armas de la Casa de Hevia y se localizaron las sepulturas que la misma casa tenía en el presbiterio.

La obra de restauración la extendimos a la capilla, recuperando el artesonado y el enrejado, que habían quedado enmascarados por actuaciones anteriores desafortunadas, devolviéndole la fisonomía original. Se averiguó que había sido fundada por Doña Inés Ramírez de Hevia, en 1619, con la titularidad de Nuestra Señora del Viso o de la Visitación, a la que se añadieron títulos de una Capellanía, dedicada a la Purificación de Nuestra Señora o de Las Candelas o de la Candelaria, cuyas fiestas fueron recuperadas entonces. Hoy, por influjo de Don José Arenás y Arenas, hijo del pueblo, párroco de Olloniego, de La Felguera y de San Pedro de Gijón, Capellán en su día del Tercio de la Legión, se celebra la fiesta patronal bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar, cuya imagen preside la capilla. Además de otras acciones importantes, quiero resaltar la construcción de las iglesias de San Pelayo de Olloniego y la de Santa Eulalia, hoy San Pedro de la Felguera.

De Poreñu podría seguir escribiendo páginas y páginas. Ya habrá tiempo. Esta colaboración de hoy, rebosante también de alegría y satisfacción, sea como una efusión del espíritu, una muestra de cariño a todos los vecinos de Poreñu, un estrecho compartir el gozo que a ellos los posee, una ocasión de gritar a los cuatro vientos "Poreñu ye el pueblu más exemplar".

Así lo ha proclamado el Jurado del premio "Pueblo ejemplar de Asturias" que otorga la Fundación Princesa. Así quedará para la Historia de Poreñu. Así lo han ratificado, con su presencia, los Reyes de España, Don Felipe VI y Doña Letizia, a quienes el pueblo de Poreñu se adhiere de todo corazón.

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