Necesitamos científicos como Kip Thorne, flamante Premio Princesa de Investigación Científica -y que este mismo año ya recogió el Nobel-, junto a Rainer Weiss, Barry C. Barish y la Colaboración Científica LIGO, por su contribución a la detección directa de las ondas gravitacionales. Un hombre alejado de la clásica imagen de pensador serio y cuyo afán de divulgación le llevó a sentarse junto a un cineasta como Christopher Nolan para asesorarle en la escritura del guión de la película Interstellar, que ya se ha convertido en un clásico de la ciencia ficción y que aborda, en medio de una emocionante trama protagonizada por Mathew McConaughey, Michael Caine, Jessica Chastain y Anne Hathaway, temas claves de la física. Tras el estreno de la película, vio la luz el documental "The Science of Interstellar", en el que se explican los fenómenos más peculiares que aparecen en la superproducción, además de todos los avatares de un guión que se elaboró bajo una premisa básica: no violar nunca las leyes de la física conocida. Algo que sorprende al ver los increíbles acontecimientos narrados en esta película, ganadora del "Oscar" por sus efectos visuales, que reflexiona, además, sobre el futuro de la humanidad.