El Teatro Lope de Vega de Sevilla se vistió ayer de largo para acoger el estreno mundial de "Bajo la piel de lobo" primer largometraje de ficción del asturiano Samu Fuentes. Interpretada por Mario Casas, Irene Escolar y Ruth Díaz, la obra se centra en Martinón, un alimañero que vive en el monte y sólo baja a los valles dos veces al año, hasta que un inesperado encuentro le hará replantearse su actitud de lobo solitario. La película está incluida en la prestigiosa y compacta sección oficial del Festival de Cine Europeo, en la que comparte espacio con las últimas producciones de Laurent Cantet, Lucrecia Martel o los hermanos Taviani. LA NUEVA ESPAÑA mantuvo un encuentro con el director y las actrices Irene Escolar y Ruth Díaz tras la abarrotada rueda de prensa celebrada en la sede del Festival.

El director recordó que la película tiene una destaca presencia asturiana, que alcanza a buena parte del equipo técnico en labores de dirección de arte, regiduría y preproducción, con profesionales como Nano Méndez, Aida Galero o Emma Riesco. También se refirió a las lecciones que Mario Casas recibió en Picos de Europa, al convivir unos días con el veterano pastor Manuel Mier y el guarda Rubén Carbajal, y a la música, interpretada por doce miembros de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA). Eso por no hablar de los paisajes de Santa Eulalia de Oscos, Taramundi, Villayón y Pesoz, que "se apoderan de la pantalla a lo largo de la proyección".

Samu Fuentes recordó que fueron dos semanas de rodaje en la zona suroccidental asturiana a las que se añadieron cuatro más en el Parque Natural de Ordesa en Huesca. Y coincidió con el productor Joseba Garmendia en agradecer el apoyo del Gobierno del Principado de Asturias, representado en el estreno por Vicente Domínguez, Viceconsejero de Cultura. Preguntado por el presupuesto indicó que "fueron 1.700.000 euros, una cantidad que posiciona la película en el ranking de las producciones modestas, pero quienes ya la han visto comentan que tiene factura de gran producción, lo que nos agrada doblemente".

En la rueda de prensa, Samu Fuentes fue descrito por las actrices como "el director que susurra a los actores". Por eso no extraña que "Bajo la piel de lobo" sea una película muy actoral, con la presencia de Mario Casas en un 85% de las escenas. Sobre el trabajo del cineasta asturiano con los actores, las intérpretes destacaron la buena comunicación, ya que invertían el tiempo "hablando y hablando, más que ensayar, para que todo fuera muy natural, incidiendo mucho en los subtextos". Ese trabajo se vio recompensado en el tiempo de rodaje: "unas tres tomas por plano, una media muy baja".

Fuentes se mostró muy satisfecho y contento con el resultado final, fruto del trabajo de más de seis años, y espera que el resultado agrade a los espectadores. Reseñó que "es una historia sobre sensaciones y sentimientos, un relato de suposiciones que obligará a sacar el sexto sentido en la butaca, obligando a cada espectador a sacar sus propias conclusiones sobre la soledad en el entorno y la soledad interior". Y sin querer dar más pistas, recalcó que "en la película no hay buenos ni malos".

La complicidad con las actrices resultó muy evidente. Irene Escolar, Goya a la actriz revelación por "Un otoño sin Berlín", indicó que se sumó a la película al leer el guión, "muy bien escrito por el propio Samu, que conocía muy bien la historia y sabía lo que quería contar". Eso fue determinante, tanto como rodar en el suroccidente de Asturias, "todo un regalo porque ese paisaje te lo da todo". La actriz recordó su fuerte vinculación a Asturias y adelantó que estará en febrero en Avilés con su obra "Black Bird".

Ruth Díaz, reconocida internacionalmente por su papel en "Tarde para la Ira" de Raúl Arévalo, también hizo referencia al territorio, señalando que "la exploración de la naturaleza es muy especial, muy salvaje y potente". Confesó que se sintió herida como mujer al leer "el papel sumiso, casi como un objeto de intercambio" de su personaje, pero entendió que se trata de una película de época y además "en el cine no tiene que haber moral, no hay que prejuzgar".

Mario Casas estuvo ausente en el estreno porque se encuentra rodando una nueva película para la que ha adelgazado más de veinte kilos. Todo lo contrario de "Bajo la piel de lobo", para la que tuvo que engordar mucho porque, como declaró a LA NUEVA ESPAÑA durante el rodaje en Los Oscos, "el personaje debía ser un tipo grande, que fuera un contrapunto con los dos personajes femeninos y que diera miedo y respeto como un lobo".

La película tendrá un preestreno asturiano el 24 de noviembre en el Teatro de La Laboral y llegará a los cines de todo el país en el próximo mes de marzo.