León Bernardo Manso fue una institución de la radio asturiana y una de las voces del programa más célebre de deportes, el "Carrusel deportivo" de la cadena Ser, en el que entraba desde radio Asturias. Además fue colaborador de LA NUEVA ESPAÑA bajo el seudónimo de "Numa", guiño a las películas de "Tarzán". León Bernardo Manso plasmó también su nombre en otras actividades ligadas a cargos deportivos y políticos. Su hija, María Manso, evoca aquí la figura humana de su padre de su puño y letra y también a través de un artículo de otro ilustre del periodismo asturiano Manolo Avello.

Hoy recordamos al periodista que colaboró con La Nueva España y una de las voces más célebres del programa Carrusel deportivo de la Cadena Ser.

León Bernardo Manso, licenciado en Derecho, llegó a la Secretaría del Gobierno Civil y la Diputación. Fue responsable del Gabinete de prensa de Hunosa e hizo una labor extraordinaria en el deporte asturiano, concretamente refiriéndome al Atletismo. En 1946 comenzó como vocal de la Federación de Atletismo, en 1948, con motivo de los primeros campeonatos de España absolutos de pista celebrados en Avilés, tuvo el importante cargo de jefe de cronometradores, siguió su entrega al atletismo y así fue designado presidente de la Federación Asturiana de Atletismo. Al mismo tiempo que era Presidente de la Federación asturiana de Atletismo fue nombrado primer secretario de la Junta Provincial de Educación Física y Deportes de Asturias siendo pieza clave en la organización de los Juegos del Cantábrico. Recibió varios premios por su total entrega en cualquier trabajo que desempeñaba: La medalla de Oro de la Orden de Cisneros, el Emblema de Oro de la Junta Nacional de Radio y Televisión o la medalla de plata al Mérito deportivo que le fue entregada por Juan Antonio Samaranch y muchos otros premios muy merecidos por su impecable labor y entrega.

Pero hoy queremos destacar su faceta humana como compañero y amigo. Como decía Manolo Avello "he perdido a un amigo excepcional. Entre muchas cualidades inherentes a su bonhomía destacaba la del humor, un buen humor que derramaba en la charla coloquial sin reservas o en las ocasiones en las que uno solicitaba su ayuda a la hora de las graves decisiones. Contagiaba su humor sin reservas de ninguna clase y su presencia generaba optimismo; y la lealtad tanto a la hora de los análisis de las exigencias deportivas profesionales o políticas. Siempre hallaba la palabra justa u el relato breve capaz de desvanecer las preocupaciones. Nunca se negó a ser eso que aparentemente parece fácil y que sin embargo encierra grandes dificultades: la amistad. Por eso se ganó el afecto y la estimación de los que tuvimos la fortuna de ser sus compañeros en redacción en el despacho del gobierno civil y en las emisoras de radio y tertulias.

Destacaba su humildad y sencillez prueba de ello es el cartel que conservaba y tenía colgado en su despacho de Hunosa que decía ´Es muy agradable ser importante, pero mucho más importante ser agradable´. Agudo y cordial, solidario y permeable a las cuestiones que pudieran suponer exaltación de Asturias y los asturianos, Manso nunca abdicó a la prudencia, al respeto y al afecto que proclamaba a manos llenas y sonrisas sin fornteras. No conoció la mezquindad o la reserva a la hora del reconocimiento de los demás, de sus labios nacían a borbotones la alabanza y prudencia sin disimulos"

Así lo recordaba Manolo Avello y todos los que tuvieron la gran fortuna de ser sus amigos. Y así también lo recuerda su hija como un padre extraordinario, con unos valores inmejorables en la vida que deberían de ser ejemplo para muchas personas. El ayudar a los demás siempre fue su mayor prioridad. Por eso desde la Nueva España lo queremos recordarlo en el 27 aniversario de su fallecimiento el pasado 12 de octubre. En paz descanses.