A Jesús Zurita, que nació en Ceuta en 1974 y vive en Granada desde que tenía dieciocho años, le apasiona copar las paredes con sus creaciones plásticas. Pero no sólo destaca como un muralista muy personal. Es uno de los nombres importantes de la nueva pintura que se hace en Andalucía. Andaba ayer por la gijonesa sala Gema Llamazares, donde hoy inaugura "Saber desnortado", una propuesta en la que, además de su intervención pictórica en uno de los muros de la galería, incluye acrílicos sobre lienzo y tintas sobre papel. Una entrada amplia a un autor del que el crítico Óscar Alonso Molina ha escrito: "El amor y la muerte están ocupándolo todo en esta obra, ¿no lo veis?".
"Lo que muestro aquí no es pintura para salir del paso, hay mucha intensidad en estas piezas; estoy contento, orgulloso", aseguró.
"Saber desnortado" (el conocimiento profundo tiene que ver con el "saber no sabiendo" del que habló San Juan de la Cruz) reúne obras firmadas por Zurita en los últimos meses. Dibujante de gran pericia y profundidad, ayer se definió como un "pintor de escenas" y como alguien que deshace los cabos de las ataduras para desligarse de lo que es repetición ortodoxa. "Lo que me interesa es la lógica interna del cuadro, que haya una coherencia", explicó, antes de añadir: "Para mí, el no saber es importante porque ortorga espacios al saber".
Alonso Molina ha situado las claves pictóricas de Zurita bajo la "ancha cúpula" del Barroco, pero también de los desarrollos del Romanticismo que tomaron el nombre de la modernidad a partir de algunas vetas del simbolismo. A todo eso hay que añadir la pasión del artista ceutí por el cómic, el cine ya literatura fantástica o de terror.
