El escritor italiano Paolo Cognetti, ganador del Premio Strega 2017 por "Las ocho montañas", relata en "El muchacho silvestre" la experiencia que supone vivir en soledad en la montaña, a dos mil metros de altura, con la única compañía de los animales que pueblan el lugar y las lecturas de los clásicos.

Cognetti ha viajado hoy a Barcelona para presentar "El muchacho silvestre", un cuaderno de montaña, o también "un manual de supervivencia para almas en pena", que ha publicado Minúscula.

Este libro se edita antes en castellano que la obra que le ha hecho mundialmente famoso, "Las ocho montañas", que podrá leerse en esta lengua la próxima primavera, y que también ha sido merecedora del "Médicis Étranger 2017".

A preguntas de Efe, el autor de Milán ha explicado que la obra nace de una experiencia personal, de una crisis que vivió a los treinta años, tanto económica, como moral y laboral, que le llevó a residir en una casita en la montaña, en el lugar donde veraneaba de pequeño con su familia.

"Para mí -ha comentado- la montaña era un lugar feliz, de libertad y en aquel momento complicado decidí que iba a encontrar un ambiente favorable acompañado de lecturas de clásicos como el 'Walden' de Thoreau, 'My First Summer in the Sierra', de John Muir, o 'Historia de una montaña', de Élisée Reclus".

De esta experiencia, sin embargo, se dio cuenta de que la literatura no siempre "se convierte en un refugio contra la naturaleza hostil".

Señala que, según las épocas del año, en este entorno aparecen otros "vecinos", como los animales que a principios de junio dejan los valles para subir a los altos prados en busca de alimento, y, posteriormente, los turistas, que "son como algo violento en ese lugar".

Respecto al hecho de haber empleado la primera persona para el relato, el novelista aclara que era la voz que necesitaba y además que el protagonista es un "narrador que habla poco de él y mucho de todo lo que ocurre en los bosques que conoce, con la fauna que los habita".

Preguntado por "Las ocho montañas", que publicará en castellano Random, ha explicado que la crítica de su país la ha considerado un clásico por cómo cuenta "la historia de una amistad entre dos chicos, uno de ciudad y otro de montaña".

La novela sigue a lo largo de cuarenta años esta relación "muy profunda" entre ambos, algo que no le es ajeno, puesto que él tiene un muy buen amigo desde la infancia, con el que se sigue viendo de forma habitual.

Sinopsis:

Un verano en que se siente perdido y sin fuerzas, el protagonista de este “cuaderno de montaña” decide abandonar la ciudad donde nació y se instala a dos mil metros de altura, en un paraje próximo a aquel en que pasaba, de niño, las vacaciones con sus padres. Busca un lugar que le permita ser feliz y, como atesora recuerdos de largas semanas de libertad que transcurrían sin normas ni quien las dictara, sueña con recuperar las experiencias de su infancia. Pero ahora está solo. Y en esa soledad, en la que sin embargo, poco a poco, afloran presencias imprevistas, como los animales que pueblan la montaña y también dos vecinos con los que traba relación, deberá ajustar cuentas consigo mismo. El muchacho ocupa parte de su tiempo leyendo, y en los libros de Rigoni Stern, Primo Levi, Thoreau, Antonia Pozzi, encuentra con quien conversar. Pero la literatura no se convierte en un refugio contra la naturaleza hostil ni en un antídoto contra los excesos de la civilización, sino en un impulso para desarrollar un punto de vista propio, nada ingenuo ni complaciente.