El escritor Lorenzo Silva vuelve con la saga de los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro en la colección de relatos 'Tantos lobos' (Destino), una serie de historias en las que el asesinato de jóvenes sirve al autor para hablar de los "lobos hambrientos en el bosque" que se mueven en la sociedad actual. Para Silva, el problema, más allá de estos 'lobos', se encuentra en el sistema penal español, donde hay una "asignatura pendiente" respecto a la "consideración" de las víctimas de delitos. "Cuando uno es víctima, aparte de sufrir el delito, hay una segunda victimización en la instrucción y en el acto del juicio, que es algo que se tendría que cuidar un poco más", ha lamentado en una entrevista con Europa Press el escritor.

Así, ha puesto como ejemplo el reciente juicio contra el grupo de jóvenes conocido como 'La manada', acusados de una presunta violación grupal en los Sanfermines. "No somos un país enormemente violento y no costaría tanto tener más consideración y delicadeza con las victimas, sobre todo con las de delitos graves", ha señalado.

Silva ha alertado de que "existen más 'manadas' sueltas" de las que le gustaría por las calles españolas, y ha apuntado a un problema de "educación". "Cuando cinco hombres hechos y derechos piensan que una chica de 20 años está consintiendo que le pasen por encima y la dejen hecha un guiñapo en un portal, tiene un problema cognitivo y tiene que ver con su formación", ha señalado.

En los relatos de "Tantos lobos" -dos ya publicados previamente, de 2010 y 2013, y otros dos inéditos-, se puede observar ese problema de "machismo" en la sociedad, pero también de "desconsideración y de falta de empatía" hacia el otro, en el que también puede incurrir una mujer.

"No solo el hombre es un lobo para el hombre, también a veces lo puede ser la mujer. En el bosque hay de todo, caperucitas, lobos e incluso gente que trata de proteger a las personas de otros depredadores. La pena es que siempre haya gente dispuesta a aprovecharse de la vulnerabilidad de alguien", ha concluido. Por un lado, uno de los puntos comunes de estos relatos es que todos ocurren en verano, una época "propicia" para el crimen, según Silva.

"Cuando llega esta época del año hay que estar alerta. Galdós ya decía que todas las revoluciones en Madrid eran en verano y no era casualidad. El calor pone a la gente más impaciente, es una época propicia para que pase algo desagradable y todos los veranos hay una historia de la que cualquier novelista de género negro pueda beber", ha indicado.

Por otra parte, las redes sociales crecen en el mundo de las adolescentes hasta llegar a convertirse en herramientas peligrosas por su mal uso. "Habla de cómo muchas chicas no son conscientes de hasta qué punto imágenes privadas y delicadas, difundidas en un medio publico, pueden acabar funcionando como un boomerang", ha resaltado el autor. En estas narraciones se puede observar el paso de los años para Bevilacqua y Chamorro, que "cada vez van adquiriendo el poso y el peso que dan los años tratando de mantener la ilusión y la pasión por lo que hacen". Mientras a Bevilacqua le quedan 6 ó 7 años para jubilarse, a Chamorro once, y Silva asegura que lo contará. "Pero no sé cómo se buscarán la vida, voy a ir viendo sobre la marcha sin tener un plan cerrado", ha concluido.