Alba Molina y su padre, el cantaor Manuel Molina, fallecido en 2015, estaban tan unidos que la sevillana lo sigue considerando su "compañero de vida". Su nuevo álbum, en el que colaboran Estrella Morente y Alejandro Sanz, es una forma más de "mantenerlo vivo" y rescatar canciones llenas de "libertad".

Después de "Alba canta a Lole y Manuel", un disco con el que homenajeó al dúo que formaron sus padres en 1972, Alba Molina (Sevilla, 1978) continúa profundizando en el legado de su familia con un nuevo disco que es también "muy de su casa", como explica en una entrevista con Efe, y al que ha titulado "Caminando con Manuel" porque él está "siempre a su lado".

"Fue pensarlo y hacerlo, no lo mastiqué mucho. Mi padre en todos los discos de Lole y Manuel tenía una o dos canciones y lo que hemos hecho ha sido rescatar todas esas canciones", señala.

En el repertorio, que se confeccionó de forma "muy natural", brillan algunos temas icónicos dentro de la carrera de su padre, como el primer gran éxito de Smash, la banda española de rock psicodélico a la que perteneció, o algunas canciones "muy hermosas", como "Casta" o "Por primera vez".

"Ha sido duro aprenderme todas estas canciones y recordarlo tanto", revela la cantante, para quien su padre sigue siendo su "compañero de la vida" porque siempre estuvieron "muy unidos".

En la música, la conexión con su progenitor iba un paso más allá y, por eso, Molina cree que este nuevo álbum le permite estar aún "más cerca" de él cuando todavía, en ocasiones, le parece escuchar "su voz o su risa".

"Se ve que soy su hija, quizá sea un piropo que yo me echo, pero es verdad: escuchas las canciones de él y las mías y se parecen. Pero sale sin querer, no se me ocurriría copiarlo", señala.

En este "paseo" por la vida de su padre, Alba Molina ha querido que se escuche la guitarra de Joselito Acedo, un habitual en sus proyectos "especiales", y rodearse de dos artistas que eran "fanáticos" del ceutí: Estrella Morente, que interpreta "A ustedes señores míos"; y Alejandro Sanz, que pone voz a "La plazuela y el tardón".

Además, decidió incluir en "Caminando con Manuel" un tema compuesto por ella en el que le habla directamente al cantaor, del que aprendió que "dar ejemplo" es más importante que "dar consejos".

Del Manuel, el artista, se queda, sobre todo, con "la libertad" porque, "si no eres libre para decidir lo que es bueno, no eres libre", y por eso en este momento de su carrera, Molina solo hace la música que quiere hacer.

"Yo considero que, si no haces música para ti, no haces música para nadie. Otra cosa es que la veas como un negocio, pero eso es otra cosa", subraya la que fuera integrante del grupo Las Niñas.

A sus 39 años, asegura, está descubriendo que lo que más le gusta de su profesión es "el diálogo con el público" y, cuando se sube al escenario, prefiere que sea la música la que hable por sí sola.

"Estoy harta de explicar las cosas, es mejor que la gente entienda lo que quiera porque es una forma de expresión", recalca la cantante, que ahora solo piensa en "aprenderse bien el repertorio, disfrutar de los bolos y crecer".