The Legend of Zelda: Breath of the Wild es el juego del año. El retorno de Nintendo al reino de Hyrule ha triunfado en la edición de este año de The Game Awards, cuyos galardones se entregaron en la madrugada del viernes en Los Ángeles (EE UU) alzándose con la deseada distinción como GOTY (Game of the Year) y otros dos premios, a la Mejor dirección y al Mejor juego de acción y/o aventura.

La decimoctava entrega de la serie The Legend of Zelda, competía en la categoría de mejor videojuego con Horizon Zero Dawn (desarrollado por Guerrilla Games), Persona 5 (Atlus PlayerUnknown's), Battlegrounds (PUBG Corporation) y Super Mario Odyssey (Nintendo). Pero la nueva aventura de Link, el héroe de la aventura iniciada 31 años atrás por obra y gracia de Shigeru Miyamoto, partía como favorita merced a las inmejorables críticas que había recibido en los meses precedentes.

What Remains of Edith Finch, de Giant Sparrow, ganó el premio a la mejor narrativa; Injustice 2 (NetherRealm Studios) ganó el de mejor videojuego de lucha; y Forza Motorsport 7 (Turn 10 Studios) se alzó con el de mejor videojuego de conducción y/o deportes.

En la categoría de mejor juego familiar ganó Super Mario Odyssey; el mejor videojuego para celular fue Monument Valley 2 (Ustwo games); y el mejor videojuego multijugador Fortnite, de Epic Games. Un palmares de calidad para la cuarta edición de los The Game Awards, herederos de los Spike Video Game Awards (2003-2013), que también premiaban en diferentes categorías a los mejores videojuegos del año