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LXX Temporada de ópera

"Andrea Chénier": una producción de lujo sin tener que moverse de Asturias

Los tertulianos destacan el gran nivel de los intérpretes, la calidad de la escenografía y el acierto de mantener la acción en la Revolución Francesa

Los participantes en el debate. Por la izquierda: Miriam Perandones, Ignacio Martínez, Raúl García y Juan Noval-Moro. LUISMA MURIAS

El Debate

El estreno, el pasado jueves, de "Andrea Chénier" marcó el punto más alto de la actual temporada de ópera, con el añadido de ser un perfecto broche para el doble aniversario que se conecta con la ópera: los 125 años de la construcción del Teatro Campoamor y los 150 del nacimiento de Umberto Giordano. Esa es la opinión de los tertulianos reunidos por LA NUEVA ESPAÑA para analizar la primera función: Miriam Perandones, profesora de la Universidad de Oviedo; Raúl García, arquitecto; Ignacio Martínez, periodista y mecenas de la ópera de Oviedo; y el tenor Manuel Noval-Moro.

La tertulia sobre el cuarto título de la actual temporada de la Ópera de Oviedo se celebró al mediodía del viernes, 8 de diciembre, en el Hotel Campoamor de Oviedo.

RAÚL GARCÍA: "Esta 'Andrea Chénier' ha sido una manera estupenda de conmemorar los 125 años del Teatro Campoamor y el 150 aniversario de Umberto Giordano. Tuvimos la fortuna de contar con tres grandes cantantes, y todos españoles. Además de los 11 cantantes que intervenían en este título 10 son españoles, creo que es algo que la organización se merece una felicitación por ello".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Coincido, contigo, y quiero señalar además que el hecho de que se cumpla el aniversario de Giordano ha convertido a 'Andrea Chénier' en la ópera de moda esta temporada. Hace unos días se estrenó en Munich, el día 7, igual que en Oviedo se estrenaba también en la Scala de Milán. Se pondrá en Praga también, y en unos meses podrá verse en el Liceo, precisamente con Carlos Álvarez y Jorge de León. Algo tiene esta ópera para que se programe de este modo".

JUAN NOVAL-MORO: "Desde el punto de vista vocal tiene una dificultad grande, porque tienes que mantener el carácter impulsivo que requiere el personaje actoralmente, pero controlando al mismo tiempo el sonido, sin forzar la voz. Muchas veces se piensa que el tenor protagonista debe empujar la voz, pero es más bien al contrario porque se oye menos".

RAÚL GARCÍA: "Es interesante lo que comentas en el sentido de que muchas veces, desde afuera puede dar imagen de ser al contrario. Ayer se comentaba que parecía que estábamos en el Campoamor hace treinta años, con un estreno tan maravilloso".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Creo que la gente agradeció el enorme esfuerzo de Carlos Álvarez que, a pesar de estar enfermo, quiso cantar, y lo hizo con tanto nivel. Llena la escena de una forma impresionante".

JUAN NOVAL-MORO: "Cierto, tiene mucho carisma".

MIRIAM PERANDONES: "Se le notaba un poco de suciedad en la voz, pero el resultado en conjunto fue de una gran calidad".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Hacía 17 años que no se ponía esta ópera en el Campoamor, recuerdo que la dirigió Elena Herrera. Gabriel Sadé hacía de Andrea Chenier y anunciaron que tenía otitis, por lo que el estreno fue un poco incómodo".

MIRIAM PERANDONES: "Ya que nos hemos metido con el tema de las voces, yo quiero destacar a Ainhoa Arteta. Para mí ha sido la encarnación de Maddalena, y el Marie de 'La mamma morta', además de que es un aria genial, perfectamente acompasada texto-música, me gustó como la interpretó. Fue muy dramática, con mucho desgarro".

IGNACIO MARTÍNEZ: "También fue tierna en algunos momentos, y merece destacarse porque siempre tengo la impresión de que ella quiere tenerlo todo bajo control y por eso quizá en algún momento puede resultar un poco fría".

MIRIAM PERANDONES: "Además tiene muchísimos registros dinámicos, que comunica muy bien".

RAÚL GARCÍA: "Yo vi esta misma ópera en el Metropolitan de Nueva York en 1996, con Pavarotti, Juan Pons y Maria Guleghina, y dirigiendo James Levine. Bueno, pues esta producción del Campoamor me gustó más que aquella. Muchas veces no nos damos cuenta de lo que tenemos aquí en Asturias, parece que si coges un avión y vuelas lejos para ver una representación la valoras más que si simplemente la tenemos al lado de casa".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Totalmente de acuerdo. Yo creo que la puesta en escena fue tan buena por el hecho de no salirse del marco de la Revolución Francesa, y ahí residía toda su fuerza. Ya veis que hay directores de escena que insisten en modificar la acción y localizarla en otro momento, pero en mi opinión gran parte del acierto de esta escenografía pasa por mantener la trama en su contexto original".

MIRIAM PERANDONES: "El libreto de 'Andrea Chénier' me parece una maravilla. Está engarzado de principio a fin y es muy redonda. Uno de los grandes aciertos de la dirección escénica es el hecho de haber elegido a un niño y no a un chico algo mayor para la escena en la que la anciana Madelon entrega a su nieto para la causa de la Revolución. Le da un punto más dramático aún a esa escena".

RAÚL GARCÍA: "Es cierto".

MIRIAM PERANDONES: "Además el momento del sofá me pareció interesante, cuando lo arregla Gerard al comienzo, con el Antiguo Régimen y al fnal. Esa imagen de que hay que seguir arreglando la situación en una etapa, y en la otra también sigue siendo necesario arreglar este mundo, tan decadente antes y ahora".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Es sutil sin sangre, con la caída de las pelucas en las pilas de ropa que había a los lados, simbolizando los nobles que estaban siendo ajusticiados. Por eso yo digo que esta ópera es una obra de teatro con música, porque tiene una elegancia y un dramatismo muy bien enlazados".

RAÚL GARCÍA: "El hecho de que estemos hablando de una ópera verista como ésta ya debería implicar que la escenografía tiene que ser también verista, casi imposible descontextualizarlo. La puesta en escena es sin duda otro personaje más de esta producción".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Me dio la sensación de que los cantantes estaba muy cómodos en el escenario, algo que no ocurre siempre".

JUAN NOVAL-MORO: "Se veía que el director de escena se había molestado por seguir fiel a lo escrito en la partitura".

RAÚL GARCÍA: "Para mí hubo dos momentos mágicos en lo que a la escenografía se refiere. El primero, al comienzo del primer acto, cuando sale el personaje con el bastón de mando, da un golpe, como diciendo 'aquí estamos en el Antiguo Régimen'".

IGNACIO MARTÍNEZ: "El mismo golpe que con el segundo acto sucede con la Revolución".

RAÚL GARCÍA: "Si, el mismo, con la bandera francesa. El vestuario, también, realmente magnífico".

JUAN NOVAL-MORO: "En cuanto a las voces, está claro, que sin tres cantantes de mucho nivel no sale adelante esta ópera, sobre todo si se tiene en cuenta todo lo que ya hay grabado de este título. Tienen que ser cantantes que tengan ya cierto bagaje y experiencia. Los secundarios también, habría que destacarlos porque había mucho nivel".

IGNACIO MARTÍNEZ: "En lo que a la orquesta se refiere, he de decir que me gustó, pero creo que pecaba un poco de exceso de fuerza. Por momentos, las partes declamadas quedaban en un segundo plano".

RAÚL GARCÍA: "Marcianò dirigió aquí magistralmente una 'Turandot' en 2012 y creo que supo sacar el máximo a la Oviedo Filarmonía".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Jorge de León me parece un gran descubrimiento para la Ópera de Oviedo. Espero que regrese más veces a cantar aquí. La verdad es que me gustó mucho".

RAÚL GARCÍA: "Y hay que tener en cuenta la tremenda dificultad del rol de Andrea Chénier desde el primer momento en el que sale en escena con su primer aria, y ya de ahí hasta el final. Tiene un timbre vocal muy bello y una tesitura extensísima".

JUAN NOVAL-MORO: "Además supo dosificar sus fuerzas para poder estar al máximo hasta el final. Es sin duda un papel complejo y él supo resolverlo muy bien. Ahí es donde se nota que Jorge de León conoce muy bien la partitura".

MIRIAM PERANDONES: "De Arteta, destacaría la capacidad de emocionar al público a través del manejo de la dinámica, el fraseo?"

IGNACIO MARTÍNEZ: "Yo destacaría también los dúos de Arteta con Jorge de León y con Carlos Álvarez".

RAÚL GARCÍA: "Fueron maravillosos".

JUAN NOVAL-MORO: "En cuanto a Carlos Álvarez, lo que realmente me gusta es que cante lo que cante, siempre consigue mantener la nobleza. Siempre hace música. Consigue algo que define a esos cantantes grandes: saben ser siempre fieles a sí mismos".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Ahí influye también la veteranía".

RAÚL GARCÍA: "Tiene entereza a la hora de solventar las dificultades, como ocurrió con el tema del catarro el día del estreno, y su actuación fue soberbia".

JUAN NOVAL-MORO: "Del coro me gustaría comentar que me parece que sacaron adelante una parte muy complicada, y se ve un trabajo por mantener en piano todas esas dinámicas, por ejemplo en el primer acto. Esta vez no se descuidó la sonoridad porque siempre estuvieron empastados y bien".

IGNACIO MARTÍNEZ: "Vi correcto hasta al público en la noche del estreno. Además me dio la sensación de que muchos de ellos salieron muy contentos del teatro".

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