Los animales dejarán de ser considerados como cosas a efectos jurídicos y pasarán a calificarse en el Código Civil como seres vivos dotados de sensibilidad, "seres sintientes". Esta reforma, que el Congreso aprobará por unanimidad tras una iniciativa popular promovida por la abogada ovetense Nuria Menéndez de Llano, es un éxito histórico para los defensores de los derechos de los animales y tendrá numerosas implicaciones en la vida cotidiana. Un ejemplo. A partir de su aplicación, que se espera para mayo o junio de 2018, en casos de divorcio un juez tendrá que determinar con cuál de los dos cónyuges se queda el perro, el gato o la mascota en litigio. Incluso podrá dictar turnos de disfrute, una especie de custodia compartida, atendiendo siempre al bienestar del animal.

Todos los grupos parlamentarios están dispuestos a apoyar una proposición de ley presentada por el PP y que ayer llegó al Congreso de los Diputados avalada por 348.000 firmas, tras una campaña promovida por el Observatorio Justicia y Defensa Animal, que dirige la letrada ovetense Nuria Menéndez de Llano. Tras la aprobación de la proposición, que se prevé para hoy y está en sintonía con otros cambios legislativos operados recientemente en Francia y Portugal, comenzará el trámite de reforma de distintos artículos del Código Civil y de la Ley Hipotecaria y de la ley de Enjuiciamiento Civil.

Estos cambios acaban con la consideración de las mascotas como cosas, esto es como "bienes muebles" que eran susceptibles de formar parte de herencias, embargos o tratos de divorcio. Según el diputado del PP, Avelino Barrionuevo, encargado de defender la proposición, el cambio de consideración de los animales domésticos en el Código Civil implicará que, al ser "seres vivos dotados de sensibilidad", puedan contar con protección y su abandono o maltrato sea considerado "delito".

En lo que se refiere a la ley hipotecaria, los préstamos no podrán comprender a los animales domésticos, ni tampoco podrán ser sujetos de embargo cuando así lo sea la vivienda. En cuanto a la modificación de la ley de Enjuiciamiento Civil, implicará que, tras un divorcio, se haga una asignación de custodia de la mascota en la que prime el bienestar del animal.

Nuria Menéndez de Llano explica que esta reforma permitirá, en primer lugar, que la legislación española se adecue al artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que exige que los Estados respeten las exigencias de bienestar de los animales como "seres sensibles". Por tanto, añade, cuando se produzca la adquisición de un animal, bien por compraventa o contrato de adopción, en caso de litigio ha de primar el interés del animal. "Hasta ahora, por ejemplo, en casos de divorcio se preguntaba quién era el legítimo propietario y punto. Ahora el juez habrá de tener en cuenta el interés del animal a la hora de determinar con quién estará mejor", indica la directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal. Otro ámbito al que afectará esta reforma será el del transporte. "Hay muchos litigios con compañías aéreas por animales transportados en bodegas que han muerto. A la hora de reclamar daños era igual que si fueran una maleta; ahora se podrán reclamar daños morales", apunta esta abogada especializada en derechos de los animales.

"La reforma es fundamental", argumenta Alejandra Mier, secretaria de la Fundación Protectora de Animales del Principado. "Por ejemplo, no podrán ocurrir cosas como la muerte de los caballos embargados a Roca", indica en referencia a la muerte por falta de cuidados de tres purasangre embargados a Juan Antonio Roca en la operación anticorrupción en Marbella y que estaban en manos de un administrador judicial. "Hasta ahora un perro o un gato era igual que una lavadora. Si venía defectuoso podías tirarlo a la basura o pedir que te lo cambiaran por otro y el cachorro enfermo era sacrificado. O, por ejemplo, si tu vecino le hacía algo a tu gato podías reclamarle la factura del veterinario pero ahí no podías reclamar daños morales. Y ahora sí", añade.

En el debate celebrado ayer en el Congreso, aunque todos los grupos de la oposición manifestaron su apoyo a la norma, coincidieron en que "se queda corta para proteger los animales de compañía y debe ser mucho más exigente en varios aspectos". Para el diputado socialista Javier Antón le falta incluir un banco nacional de datos de dueños de animales, que evite que pueda comprar animales quien haya delinquido con ellos; un plan de sensibilización y concienciación ciudadana para evitar la adquisición "caprichosa" de mascotas, y el reconocimiento a protectoras y refugios.

El diputado de Equo-Podemos Juan López de Uralde exige que la ley también elimine la categoría de "Bien de Interés Cultural" a espectáculos sangrientos como el toro de Coria, en Extremadura y evitar que las televisiones públicas los emitan.

El parlamentario de Ciudadanos Guillermo Díaz, quien logró que el pleno del Congreso de los Diputados aprobase por unanimidad una iniciativa similar el pasado febrero, quiere endurecer el Código Penal, que "condena igual a quien roba una cartera que a quien maltrata a un animal", o para "que haya un registro de infractores y los maltratadores cuenten con órdenes de alejamiento de cualquier animal de por vida".