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Hablemos en serie

"The Crown", una reina con futuro

La segunda temporada de la serie sobre Isabel II profundiza en los problemas de su matrimonio

Una escena de "The Crown".

El 20 de noviembre de 1947 tiene lugar en la Abadía de Westminster la boda entre la princesa Isabel II de Reino Unido y Felipe de Grecia. Una pareja destinada al trono que ha seguido unida hasta nuestros días. Pero, ¿cuántos de esos años de casados han sido realmente felices? En la complejidad de esa relación se centra la segunda temporada de "The Crown", disponible en Netflix España. Esta serie creada por Peter Morgan, que ya había profundizado como guionista con éxito en las vicisitudes de la casa real británica con la aclamada "The Queen", regresa con un guion y unas interpretaciones trabajadas que consiguen superar en calidad a la primera entrega, que convirtió a esta ficción en una de las sorpresas del pasado año.

Claire Foy es un clon de la reina Isabel II. No hablamos de que su personaje se haya asentado en el trono tras su repentino nombramiento, sino que la propia actriz ha conseguido mimetizar cada gesto y movimiento de una monarca singular hasta lograr parecer su versión más joven. La suya es la gran interpretación de un relato que consigue unir con éxito los acontecimientos históricos que marcaron toda la década de un país con los problemas internos de una familia rota por el peso de la corona.

El ex "Doctor Who" Matt Smith da la réplica a Foy como un príncipe Felipe que lucha por encajar en una jerarquía que solo cuenta con él como un mero acompañante, carente de poder o decisión. Una situación que le convierte en un niño protestón que crea más problemas que soluciones a su esposa y que se refugia en los amigos, el alcohol y una vida ajena a palacio que agranda aún más la brecha que existe entre la pareja. Los guionistas no titubean a la hora de dibujar al marido de Isabel como un mujeriego o un padre autoritario incapaz de pensar en el bienestar de su hijo. No obstante, se dan pinceladas de un pasado truculento para un niño cuya familia estuvo ligada al nazismo y que formó esa personalidad desconfiada y carente de autoestima. "The Crown" se centra en esta ocasión en diferentes acontecimientos que marcaron los primeros años de la segunda mitad del siglo XX. Mención especial merece el encuentro entre la reina Isabel y la primera dama estadounidense Jackie Kennedy ( Jodi Balfour), dos mujeres que solo se llevaban tres años de diferencia pero cuya forma de ser, de vestir y de comportarse ante un estricto protocolo, muestra que pertenecen a épocas distintas. Pero la Reina debe enfrentarse a situaciones más políticas y complejas como la caída del primer ministro Harold Macmillan tras el escándalo "Profumo" o la guerra del Sinaí.

Esta será la última vez que Claire Foy se convierta en Isabel. En la tercera temporada, la actriz Olivia Colman dará vida a la reina. Un cambio que responde a la necesidad de que los actores tengan la misma edad que los protagonistas que interpretan, de acuerdo a la época en la que se sitúa la trama. Por el momento, el futuro de "The Crown" es muy prometedor.

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