Astrónomos han determinado, por primera vez, la estructura interna profunda de dos estrellas en función de sus oscilaciones, superando la imposibilidad física de observar su interior. Nuestro sol, y la mayoría de las otras estrellas, experimentan pulsaciones que se extienden a través del interior de la estrella como ondas de sonido. Las frecuencias de estas ondas están impresas en la luz de la estrella, y pueden ser vistas más tarde por los astrónomos. Los astrónomos determinan las propiedades de las estrellas a partir de sus pulsaciones, un campo llamado asterosismología. Ahora, un análisis detallado de estas pulsaciones ha permitido a Earl Bellinger y Saskia Hekker, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Göttingen, medir la estructura interna de dos estrellas distantes.