La primera fue Shyla Stylez, de 35 años. Le siguió August Ames, de 23, y Yuri Lev, de 31. La última fue Olivia Nova, hallada muerta este martes en su casa de Las Vegas. Cuatro estrellas del cine para adultos murieron en los últimos tres meses y, detrás de sus pérdidas, hay un trasfondo de 'bullying', abusos sexuales y sobredosis que cuestionan las condiciones que rodean a las intérpretes de la industria pornográfica.

Nova era una joven de solo 20 años que llevaba desde 2017 haciendo porno. Su cuerpo fue encontrado en su domicilio y las causas de la muerte aún no han trascendido. Sin embargo, el pasado mes de diciembre, la actriz dejó un mensaje en Twitter que dejaba entrever las presiones que estaba recibiendo por parte de una persona que utilizaba el suicidio de su pareja para atacarla.

La actriz explicaba, en tres puntos, que nunca había consumido heroína y que no se considera alguien "destructivo", como esta persona le habría acusado. En la última parte del comentario, Nova pide respetar la memoria de su novio, que se había suicidado dos días antes de su cumpleaños.

August Ames también había utilizado Twitter días antes de quitarse la vida. La joven de 23 años fue tildada de homófoba tras mencionar en un mensaje que iba a filmar con un actor que había aparecido en películas porno gay. Tras los ataques recibidos, dejó el siguiente tweet: "Elige con quién quieres trabajar. No hagas nada que te haga sentir incómoda. Comparte tus pensamientos. Bueno, yo he hecho las tres cosas y Twitter se me ha echado encima".

Días después, apareció muerta. Los forenses concluyeron que falleció asfixiada por ahorcamiento. En una entrevista que saldría a la luz días después de suicidarse, Ames reconocía sufrir bipolaridad, depresión y haber sido abusada sexualmente por su abuelo. "Algunos días, si no estoy haciendo nada, me vienen 'flashbacks' de mi infancia y me deprimo enormemente. No puedo levantarme de cama ni quitarme esas imágenes de mi cabeza durante una o dos semanas", reconocía.

La relación con su padre era "horrible", según definía. "Hubo muchos abusos sexuales, no suyos, sino de su padre, pero cuando se lo dije nunca me creyó", comentó en la entrevista.

Días antes, también en diciembre, fallecía Yurizan Beltran, que rodó unas 200 películas bajo el pseudónimo de Yuri Luv. Pese a que en julio había dejado un mensaje en Twitter en el que decía esperar morir "tarde, enamorada y un poco borracha", Beltran era hallada muerta solo seis meses después en su casa de Los Ángeles rodeada de pastillas.

"En la industria hay un consumo de drogas desenfrenado, especialmente el cristal, porque es barato", decía un amigo de Yuri a la revista Newsweek. Semanas antes de la muerte, la actriz había dejado otro mensaje que reflejaba su estado anímico en el que pedía un abrazo.

Beltran también tenía problemas de dinero. Según la publicación estadounidense, pensaba pagar una deuda con el Gobierno con el cobro por una película que había filmado. Sin embargo, la actriz nunca llegó a recibir el importe por su trabajo.

La primera de las cuatro en aparecer muertas en los últimos tres meses fue Amanda Friedman, más conocida como Shyla Stylez. La actriz falleció a los 35 años por causas aún desconocidas durante una visita a su madre en Canadá.