Tan enorme como su humanidad y su talla profesional es la huella que ha dejado. Tanto como esa discreción suya casi enfermiza que le habría ruborizado de haber podido presenciar el desfile intermitente de personalidades y amigos que pasaron ayer por el tanatorio de Cabueñes para tributarle el último adiós. Porque Julio Puente, periodista de raza, exdirector de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, "Faro de Vigo" y "La Provincia-Diario Las Palmas", fallecido el miércoles tras una sufrida lucha contra una cruel enfermedad que fue minando sus fuerzas, no deja conocidos a secas: deja amigos en letras mayúsculas marcados ayer por una inesperada y definitiva ausencia, añorantes de sus acertadas palabras, de su siempre atinado juicio profesional.

Por encima de la pena compartida por la dolorosa pérdida, la de ayer fue una jornada pródiga en recuerdos y anécdotas que tuvieron a Puente como protagonista. "Julio estuvo siempre en todo y con todos", resumían compañeros de profesión de otros medios, que hicieron memoria del magisterio de uno de los baluartes del periodismo asturiano del último medio siglo. Desde el mundo del deporte hasta la cultura o la política, Puente fue respetado por encima de colores y sensibilidades.

Enrique Castro, "Quini", fue de los más madrugadores en dar el pésame a la viuda, Noemí Pérez, y a sus tres hijos: Pablo, Noemí y José Julio. Y como él, desde bien temprano, varias generaciones de empleados de LA NUEVA ESPAÑA arroparon en todo momento a la familia, que aderezaron el duelo con respeto pero haciendo memoria a la vez, a propios y extraños, de la retahíla de frases magistrales y sentencias que El Maestro legó en herencia.

Javier Moll de Miguel, presidente de Prensa Ibérica Media, editor de LA NUEVA ESPAÑA, y su esposa, Arantxa Sarasola, vicepresidenta del grupo periodístico al que Puente dedicó la mayor parte de su trayectoria profesional, mostraron con enorme cariño sus condolencias a la viuda y a los tres hijos del sobresaliente periodista. También arroparon a la familia en el doloroso trance Isidoro Nicieza, director general de LA NUEVA ESPAÑA; José Manuel Vaquero, consejero de Prensa Ibérica; Ángeles Rivero, directora del periódico, y Melchor Fernández Díaz, exdirector.

Periodistas de distintos ámbitos profesionales como Silvino Álvarez Rueda, Daniel Rodríguez, José Antonio Rodríguez Canal, Daniel Serrano, Pablo González-Palacios, Rafa Quirós, Manfredo Álvarez, Eva Montes o Marcelino González alabaron la aportación de Puente, "un personaje irrepetible", al periodismo asturiano.

Más drástico se manifestaba, visiblemente afectado, el catedrático de Lengua y Literatura y escritor Francisco García Pérez: "Con Julio se muere un modelo de periodismo; se cierra un ciclo, un modo de entender la relación entre la gente de la calle y la redacción". Un modelo también de "sensibilidad, apertura, cariño y naturalidad", remataba a su vez el promotor cultural Aquiles Tuero, amigo en lo personal, "muy agradecido y profundamente apenado por una pérdida tremenda". Un ejemplo de "humanidad; tan grande como era en lo físico lo era en lo personal; una persona excelente y un periodista ejemplar con el que trabé amistad cuando jugaba con el Sporting", recordaba Jaime Reinares, exconcejal del PP en Oviedo.

También la clase política local y regional quiso mostrar sus apoyo a la familia en este severo trance. Desde la presidenta del PP regional, Mercedes Fernández, acompañada del diputado Luis Venta, hasta el edil gijonés del PP Pablo González, los concejales de Xixón Sí Puede Mario Suárez del Fueyo y Nuria Rodríguez o los ediles socialistas José María Pérez, Marina Pineda, César González y Monchu García. Pérez destacó de Puente "una forma de ser en lo personal y profesional capaz de transmitir lo más crítico con respeto e ironía".

Por parte del gobierno local de Foro se dejó ver en el tanatorio el edil de Festejos y Turismo, Jesús Martínez Salvador, mientras que la alcaldesa, Carmen Moriyón, prefirió enviar un telegrama a la familia y otro a LA NUEVA ESPAÑA en los que subrayó "la huella periodística de la larguísima carrera de Julio, tan inolvidable como difícil de borrar; su carisma, inteligencia y bonhomía". "La ciudad de Gijón y el buen periodismo han perdido a un maestro y referente, pero no me cabe duda de que su legado seguirá vivo en las personas que aprendieron de él la profesión", concluye la regidora.

El Sporting de Gijón, equipo al que Puente dedicó cientos de crónicas durante años y un comentario diario en el periódico hasta pocos días antes de su fallecimiento, quiso estar bien representado en las condolencias por el presidente rojiblanco Javier Fernández, que llegó acompañado del abogado del club Ramón de Santiago. También rindieron homenaje al fallecido Manuel Sánchez Murias, director de las categorías inferiores del Sporting, y el jefe de prensa, Leli Rubiera. Y representantes de la época dorada del club, como los exjugadores Echevarría, Churruca, Joaquín y Jorge David. Los dos últimos coincidieron en "la buena relación que teníamos en una época en la que Julio, como periodista, viajaba con el equipo en el mismo avión".

Con el color rojiblanco presente, el capellán del equipo, Fernando Fueyo, se emocionó al recordar "a quien fuera mi alumno en el Seminario hace ya 50 años". Antonio Maestro, traumatólogo y jefe de los servicios médicos del Sporting, describía la labor periodística de Puente como una mezcla entre "la seriedad de la información con la socarronería de la inteligencia".

También desde el ámbito del deporte pasaron ayer por Cabueñes el expresidente del Oviedo Eugenio Prieto y Toni Fidalgo, quien fuera adjunto a la presidencia de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, para recordar "no al maestro, al maestrón, con su peculiar forma de ser, un perfil singular que aparece en la profesión muy de cuando en cuando".

Josu Uribe, entrenador de fútbol, actualmente en el Caudal, exentrenador de Las Palmas, describía, por su parte, al Maestro desde la anécdota: "Siempre recuerdo su mítica llamada a las doce de la noche cuando entrenaba al Ribadesella y ya había firmado con Las Palmas, pero no se podía decir, felicitándome por el nombramiento como director de "La Provincia"; al final me entró la risa y no le dije ni que sí, ni que no. Le conocí allí y fui coincidiendo con una excelente persona, sarcástico y muy agudo en sus comentarios", señalaba ayer Uribe recordando la figura de Puente.

Enrique Tamargo, expresidente del Grupo Covadonga; Nicanor Fernández, director de la Fundación EDP; Marcelo Palacios, fundador de la Sociedad Internacional de Bioética; el dramaturgo y actor Maxi Rodríguez y el juez Luis Roda, quien quiso recordarlo como "una persona muy entrañable a la que nunca le oí una mala palabra ni le vi una mala cara", fueron sólo algunos de los cientos de amigos, también incluso lectores anónimos, que quisieron devolver a Julio una pequeña parte de lo que él repartió en vida. Los libros de condolencias del tanatorio se quedaron pequeños para recoger tanto testimonio de gratitud y recuerdo hacia un profesional de los que hacen época. Con su forma de ser. Haciendo sentir a todo el mundo "que te conocía de siempre". Y eso, afirman los que le trataron, "es impagable".