Dolores O'Riordan dejó huella con su grito de desesperación en el estribillo de "Zombie", el superéxito que se convirtió en un símbolo musical de los años noventa, un homenaje a los críos fallecidos en un atentado del IRA. De algún modo cambió el rumbo musical con su rock (a veces) lucido y potente y con su pop (en ocasiones) sensible y determinante en cuanto a producción.

La líder de "The Cranberries" falleció ayer a los 46 años de edad. De pronto el día se oscureció para la escena musical y también para los seguidores que la banda tiene en todo el mundo, que son millones. Dolores O'Riordan falleció de forma repentina en Londres, adonde había viajado para grabar. "Los miembros de la familia están desolados al escuchar las últimas noticias y han pedido privacidad en este momento tan difícil", dice el comunicado de la agencia que la representa.

"The Cranberries" se formó en Irlanda en el año 1989, aunque fue una fase menor hasta su arranque definitivo en la siguiente década. Y justo en el año 1994 la banda salió al gran público con el álbum "No need to argue". A partir de ahí "The Cranberries" fue todo un fenómeno insertado en el rock alternativo. En "No need to argue", además de "Zombie", aparecen varios singles que mantuvieron al grupo en lo más alto durante la segunda mitad de los años noventa. Piezas como "Ode to my family" o "I can't be with you", con un vídeo protagonizado por un peculiar ángel.

Antes de "No need to argue" ya habían tocado el éxito con el debut, "Everybody else is doing it, so why can't we?", donde aparecen canciones como "Dreams", que, en cierto modo, es una marca del estilo sensible de la banda y desde luego de la personal voz de Dolores O'Riordan. En este mismo disco de debut, que rápido conectó con el público estadounidense, está otra de las señas de identidad de "The Cranberries", "Linger", que es todo un retrato de gran balada indie adornada por la fina sonoridad instrumental.

El grupo también tuvo ciertos "salpicados" musicales celtas en alguna de sus canciones; no en vano arrancaron su carrera teloneando a Mike Oldfield, que seguramente es el rey de esos sonidos indefinidos que se quedan a medio camino entre estilos.

La muerte de O'Riordan ha conmocionado el mundo de la música: "Nos sentimos desolados con las noticia sobre el fallecimiento de Dolores O'Riordan. Nuestros pensamientos están con su familia en este momento terrible", manifiestan los miembros de "Duran Duran" en Twitter. La cantante, que sufría un trastorno bipolar que le causó varios problemas, mantuvo una relación precisamente con el manager de "Duran Duran". También mostró su disgusto Dave Davies, ex de "The Kinks", que desveló que había hablado con ella antes de Navidad: "Parecía feliz. Increíble. Dios la bendiga", escribió. En la misma línea han dejado mensajes en las redes sociales personas e instituciones musicales.

Como dicen en algunos de esos mensajes, quedará su peculiar voz para recordarla con piezas como "Promises", "Animal instinct" y "Salvation", entre otras canciones, además de las citadas.