El pintor asturiano Hugo Fontela (Grado, 1986) está a punto de dar un salto cualitativo en una carrera artística ya muy consolidada pese su juventud. Entre el 15 de marzo y el 14 de abril protagonizará una exposición monográfica de su obra en la sala Marlborough de Nueva York, un escaparate privilegiado próximo a la Quinta Avenida donde han expuesto grandes del arte español contemporáneo como Juan Genovés y Manolo Valdés, y figuras del arte mundial como Francis Bacon y Mark Rothko. Fontela está trabajando en esta exposición que constará de doce cuadros, todos de tamaño medio (formatos cuadrados de 1,5 x1,5 metros o de 1x1 metros) y que aún no tiene título.
Fontela es el más joven de los tres asturianos que forman parte del catálogo de artistas de la prestigiosa galería Marlborough, junto con Pablo Armesto y Pelayo Ortega. Los cuadros que mostrará en el espacio más emblemático de Marlborough -que también tiene galerías en Madrid, Barcelona y Londres- siguen la línea de los lienzos de su última exposición, titulada "Norte", celebrada el año pasado en la Ciudad Condal. En estas piezas de paisaje costero idealizado y concentrado, sin línea del horizonte, una roca o islote en medio del agua concentra la atención del espectador; así se crea una tensión pictórica que oscila entre el movimiento y el estatismo, "entre la abstracción y lo figurativo", como las define Belén Herrera, directora de la galería Marlborough de Madrid. Herrera está convencida de que la obra del pintor asturiano, que estableció su residencia en la Gran Manzana en 2005, encontrará muy buena acogida entre el público neoyorquino.
Fontela es uno de los artistas asturianos de mayor proyección. Ha ganado, entre otras distinciones, el premio "BMW" de pintura (2005) y el premio "Príncipe de Girona" de las Artes y las Letras (2014). El pintor explica que en los cuadros que está preparando para la muestra de Marlborough ahonda en las sensaciones que quiso transmitir en la exposición "Norte", con obras protagonizadas por islas, tanto en imágenes nocturnas de un azul y negro profundos como en otras diurnas en un mar lechoso, más sosegado, donde estos peñascos aparecen vestidos de una incierta niebla. "Son cuadros que transmiten una cierta sensación de peligro, puesto que si te caes al agua, de alguna manera, puedes acabar herido o hundido", reflexiona Fontela. Serán obras que, al estilo de las incluidas en "Norte", "invitan a la reflexión", como escribía el conocido crítico de arte Enrique Juncosa para el catálogo de esta última exposición en Marlborough Barcelona.
Fontela encuentra en la reiteración de elementos, como hicieran algunos artistas pop, una de sus características. Está, dice, en una etapa de su carrera en la que sus cuadros son menos descriptivos pero más libres; donde, sobre todo, trata de hacer brillar "el placer de la pintura por la pintura".
