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En la nube

Whatsapp declara la guerra a los bulos

El servicio de mensajería alerta de las informaciones muy reenviadas, para evitar la difusión de noticias falsas

Una usuaria chatea a través de Whatsapp.

"Una taza de agua antes de dormir ayuda a evitar un derrame cerebral o ataque al corazón". Esta es una de las recomendaciones de un extenso mensaje que circula estos días por Whatsapp en una de esas cadenas que saltan de un grupo a otro. Este es uno de esos mensajes con los que Whatsapp pretende acabar. Para ello, el servicio de mensajería alertará al usuario de que se trata de una cadena y, por lo tanto, podría ser una noticia falsa (las conocidas como "fake news"). Mark Zuckerberg, dueño de Whatsapp, Facebook e Instagram, se ha propuesto "arreglar" su "coladero" de informaciones erróneas, tal como anunció en su mensaje de año nuevo.

Whatsapp trabaja en una nueva herramienta para paliar el "spam": el seguimiento de mensajes. La aplicación alertará de aquellas informaciones que hayan sido reenviadas en exceso, es decir, que formen parte de una cadena. Los avisos comienzan con aquellos mensajes enviados más de 25 veces. Junto a ellos aparecerá un "Enviado muchas veces" y una barra en color rojo, tal como adelantan los portales especializados en el servicio de mensajería. Hasta el momento eran los usuarios quienes debían marcar los mensajes molestos como "spam", ahora es Whatsapp quien avisa. Eso sí, no se bloqueará ningún mensaje porque las alerta pretenden dar al usuario las pistas necesarias para saber si lo que lee en su pantalla es cierto. Whatsapp se convierte así en un intermediario; un "Pepito Grillo" que mina nuestras conciencias para no caer en la tentación de difundir contenido engañoso.

No más noticias falsas. Este es el mantra de Zuckerberg para 2018. Y ya lo ha puesto en práctica, no sólo en Whatsapp. El viernes Facebook anunció nuevos cambios en su algoritmo. La red social mostrará más los contenidos de amigos y familiares, en detrimento de las publicaciones de marcas y medios de comunicación. La intención es conseguir "interacciones significativas" y para ello primará la familiaridad antes que la globalidad. Este cambio de rumbo que rompe con las ansias de Facebook de conectar todo el globo terráqueo tiene sus consecuencias. La compañía ha perdido 3.300 millones de dólares desde el anuncio de los cambios en su algoritmo, según el portal Bloomberg. Las acciones de la red social se desplomaron un 4,77 por ciento en la Bolsa de Nueva York el día que se anunciaron los cambios. Aunque el magnate de la tecnología dice estar dispuesto a perder usuarios o a que éstos pasen menos tiempo en su red social en pro de la convivencia, los números mandan.

Es una cuestión de equilibrio. De un lado de la balanza, los anuncios propagandísticos que se le "colaron" en Facebook durante las elecciones norteamericanas, la retransmisión en directo de un asesinato o los mensajes de odio pesan sobre Facebook. Del otro, inversores, marcas e incluso usuarios descontentos con los cambios, ejercen fuerza en contra de la decisión del magnate. Veremos hacia dónde se inclina el "Pepito Grillo" de Mark Zuckerberg.

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