Paco Nadie (Thionville, 1972), licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y Máster en Filosofía por la Oviedo, cita con soltura a Platón y no oculta su querencia por el establecimiento de conexiones entre los mitos clásicos y nuestra inmediata realidad. Una reflexión que se cimenta sobre su dominio de distintas disciplinas (de la fotografía a la pintura, pasando por la escultura o la música) y la inquietud de quien pretende erigir una poética. Y también una inquietud que asoma en muchos de sus trabajos: "La tecnología está llevando el arte a un segundo plano".

El artista presentó ayer en la sala 1 del Centro Antiguo Instituto una de sus obras más recientes: "Los cantos del inframundo". Es un espacio que, como él mismo relató a este diario, le gusta por lo que precisamente molesta a otros creadores: las resonancias del habitáculo. Músico también, Paco Nadie ha ido integrando la investigación sonora en sus obras, como es el caso de "Los cantos del inframundo". No exponía desde 2015. Hay pues curiosidad por ver la propuesta de un artista con discurso bien trabado. Vuelve ahora a la historia de Orfeo y Eurídice.

"Aquí el ordenador es como una lira contemporánea", explicó Paco Nadie, artista nacido en Francia pero afincado desde hace años en Gijón. "Los cantos del inframundo" prolongan, por otros medios, "Los sonetos de Orfeo", de Rainer María Rilke. Uno de los grandes textos de la poesía universal: "Tan sólo aquel que levantó la lira,/ incluso entre las sombras,/ puede expresar, entre presentimientos,/ la alabanza infinita".

Paco Nadie ofrece catorce fotografías en blanco y negro, tomadas en cuevas riosellanas. Imágenes planteadas como si fueran dos cuartetos y dos tercetos. "Lo que he hecho, además, es una espectografía digital para sacarle el sonido a la imagen", subrayó el artista. De ahí surgen catorce cantos (sonidos en un bucle de 51 minutos) que son referencia de las catorce imágenes del soneto fotográfico, sirva la expresión. Funciona como una instalación en la que un órfico Paco Nadie busca a su particular Eurídice. "El choque de la belleza y la tecnología", aseguró. La muestra se completa y complementa con la serie "Historia (del arte y de la técnica)": fotografías que se ordenan como dípticos sobre la belleza y el tiempo.