"No seas animal". Con este eslogan, la Junta de Andalucía ha lanzado una campaña de sensibilización contra comportamientos machistas como los piropos, los silbidos o los toqueteos indiscriminados a mujeres desconocidas en lugares públicos. En la campaña, los acosadores callejeros, ocultos tras una careta de animal, persiguen a las mujeres por parques, calles y supermercados, y les "meten mano" en el transporte público. Unas situaciones que, según explican los colectivos feministas asturianos, son habituales y muy desagradables, pero ante las que tienen dudas que se pueda aplicar una regulación, como plantea hacer Unidos Podemos en su Ley de Violencias Sexuales, que prevé presentar en el Congreso.

"Todas las mujeres nos hemos sentido acosadas por la calle. ¿Quién no se ha cambiado de acera para no pasar por debajo de una obra? Lo pasamos mal", sostiene Eva Irazu, portavoz de la Plataforma Feminista d'Asturies. Respecto a la regulación, Irazu precisa que la Plataforma no ha acordado aún una postura, pero su opinión personal es que se trata de una cuestión "con muchas aristas", ya que la diferencia entre el piropo grato, agradable, y el hiriente es muy sutil.

"A mí me pasó el otro día que entré en una librería y el librero me dijo un par de veces 'bonita'. Y no me pareció mal, todo lo contrario. Pero pienso que si otra persona, en otro tono, me hubiera dicho eso mismo, esa misma palabra, me podría hacer sentir mal. Hay hombres que tienen esa capacidad, de sólo con una palabra o una mirada hacerte sentir mal, convertirlo en algo sucio", reflexiona Irazu.

"Es algo muy sutil, muy difícil de valorar, y además hay una brecha de comunicación que no se está abordando. Porque desde el feminismo, este tipo de conductas se pueden interpretar como una agresión, pero desde otros ámbitos de la sociedad les parece una locura pensar en esto", afirma Soraya Calvo, profesora de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo. A su juicio, campañas como "No seas animal" tienen su valor, pero no servirán para erradicar el problema: "Esto no se puede atajar desde el plano de la calle: tenemos que empezar a trabajarlo desde la educación, desde que los niños y las niñas son muy pequeños. Porque no hay referentes masculinos que sean respetuosos con las mujeres". Del mismo modo, considera que la regulación legislativa no es posible.

Jessica Castaño, de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Asturias, lamenta que las limitaciones presupuestarias impidan dar más continuidad a estas iniciativas de sensibilización: "A nivel de Asturias, hay muchas cosas que se quedan en el papel porque no hay financiación. Pasa ahora, con la prórroga presupuestaria. Estas iniciativas son positivas, como todo, pero tienen que hacerse pensando en el largo plazo, no sólo como algo puntual o coincidiendo con fiestas como San Mateo o Begoña. Porque el acoso se produce todo el año". En cuanto a la regulación, Castaño afea a Unidos Podemos que saque esta iniciativa después de haberse abstenido en la votación del pacto para atajar la violencia machista: "Si quieren rivalizar con los otros partidos que lo hagan en otras áreas, pero no en ésto. Contra la violencia machista hay que llegar a consensos".

Desde Podemos Asturias, la diputada Lorena Gil incide en que "Asturias no se libra de agresiones sexuales y tampoco de constantes ataques verbales y situaciones de acoso contra las mujeres por el hecho de serlo". La diputada incide además en que, más allá de las iniciativas estatales, su grupo sigue trabajando para atajar esta lacra.