"No se puede distinguir al artista del ogro", ha manifestado el cineasta francés Eric Toledano en referencia a los abusos sexuales en el cine, durante la promoción en Madrid de su película 'C'est la vie', codirigida con Olivier Nakache, que se estrenó en los cines españoles después de cosechar éxito en Francia.

Toledano ha manifestado en declaraciones a Europa Press que le perturba el asunto de Woody Allen, sobre lo que siente "opiniones encontradas" y a quien miraría "de manera distinta" si se confirmasen las acusaciones porque para él es algo "indisociable", de la misma manera que no le interesa un artista que escribe "panfletos antisemitas".

No obstante, el director ha señalado que no se siente "fan" de la reacción de los americanos, que a su juicio tienen "una ortodoxia muy extrema", ni de las redes sociales donde se hace un "juicio sin profundidad", de manera que "un rumor puede matar a alguien cuando no es más que un rumor". Para Nakache, en la actualidad se vive en "aguas turbulentas" y confía en que haya "limpiado" algo desde que explotó el asunto con Weinstein.

Ambos directores, después del éxito sin precedentes en Francia con la comedia 'Intocable' (2011) y tras estrenar en 2014 'Samba', estrenan esta comedia que muestra las tripas de una boda a través de los ojos de los trabajadores, con un reparto coral en el que destacan Jean-Pierre Bacri, Gilles Lellouche, Suzanne Clément y Jean-Paul Rouve, y en el que Max, responsable del catering, se convierte en el "director de orquesta" de una "especie de cacofonía" que se ve obligado a armonizar.

En palabras de los directores, su objetivo era "hacer una foto" de Francia a través de una sucesión de problemas que atraviesa la gente que en varios meses pero "concentrados en una velada", y demostrar que eso de lo que estamos seguros "puede ser trastocado por el encadenamiento de los acontecimientos".

En su opinión, "el humor es un medio más rápido para llegar a la gente" y es precisamente ese la manera en la que ellos mismos hablan y viven. "Incluso en momentos dramáticos el humor nos salva de varias situaciones, como era el caso de 'Intocable'", han dicho.

Los directores también incluyen en sus películas temas sociales, como es en este caso la realidad laboral y las situaciones precarias, algo que aporta un realismo que les interesa para "tejer" las situaciones que viven sus personajes. Del mismo modo, aprovechan y hablan del cine con los mismos paralelismos porque, "al igual que en la cocina", lo que es interesa es "que lleguen los platos".

Del mismo modo, esperan que sus películas se conviertan en "esperanza" para muchos hijos de inmigrantes que tienen "dificultades" para "encontrar un lugar" porque sienten que tienen esa "responsabilidad" de mostrar la "diversidad" que existe en Francia.

No obstante, esa diversidad en el reparto también obedece a su interés por hacer "cine de autor" y de experimentar, al juntar en una misma película a actores de horizontes "muy diferentes". "Lo artístico también nos motiva, no solo lo sociológico", han destacado.