La familia del escritor y político asturianista Xuan Xosé Sánchez Vicente (Gijón, 1949) está preocupada: "¿Qué nos ocultas? ¿Tienes alguna enfermedad mala?". Y es que, personaje con amplia presencia en la vida pública asturiana durante más de cuatro décadas, la respuesta mediática a su literatura había sido hasta ahora más bien apagada. La publicación de "Propia xera" (Saltadera), el volumen con su poesía completa que se presentó ayer en el gijonés Antiguo Instituto, ofrece una perspectiva que permite aquilatar la importancia de esa obra para la literatura asturiana. Los jóvenes poetas Ignaciu Galán y Naomí Suárez, en representación de las generaciones más jóvenes, se hicieron eco de ese sostenido magisterio: "Sigue escribiendo y publicando en asturiano".
Y lo hicieron leyendo al alimón una epístola en respuesta a aquella otra "Carta a un escritor mozu" que Sánchez Vicente firmó en 1986. Homenaje con piropo: "Ser escritor joven en asturiano tiene que ver mucho con tu labor". Antes, el profesor de la Universidad de Oviedo Leopoldo Sánchez Torre evaluó el alcance de "Propia xera", libro que calificó de "acontecimiento literario": "Es uno de los mayores activos de la literatura asturiana de todos los tiempos". A juicio de este especialista, en Sánchez Vicente conviven el poeta de clerecía (por el conocimiento de la tradición) y el de juglaría, más abierto al juego verbal. El editor Antón García rememoró su alegría juvenil al ver en una librería, en 1980, "Camín de señardaes".
Sánchez Vicente leyó algunos de su poemas. Recordó a los fallecidos Pablo Ardisana y Sergio Marqués. Irónico, dijo al público que podía "patear" si no le gustaba la lectura: "De acuerdo con las tradiciones de la burguesía asturiana más culta".
