Obviando que las fronteras suelen ser unos límites siniestros y excluyentes que durante siglos han trazado las potencias vencedoras sobre los cadáveres de los derrotados, es importante valorar la riqueza social y cultural de los diferentes países que conforman este puzle, a veces incomprensible, llamado mundo, cuyos mapas han fascinando a todas las jóvenes generaciones de la historia, que veían en las líneas trazadas los sueños de viajes imposibles contra viento y marea y un sinfín de aventuras de corte universal que han alimentado el imaginario colectivo desde tiempos de Homero. ¿Quién no ha pasado más de una tarde ojeando y hojeando los mapas de un atlas? Es seguro que el matrimonio formado por los polacos Aleksandra Mizielinska y Daniel Mizielinski entraba dentro de esa categoría de niños curiosos con afán de saber lo que hay más allá de los muros del colegio. Ambos se han encargado de dibujar las más de 4.000 miniaturas que incluye el libro "Atlas del mundo. Un insólito viaje por las mil curiosidades y maravillas del mundo", una increíble obra en la que han pasado más de tres años trabajando y para la que incluso han creado un par de nuevas tipografías. Sus 55 mapas a doble página de 46 países de los seis continentes recogen datos curiosos de todas las zonas del planeta, desde la montaña más alta hasta la sima marina más profunda, pasando por el insecto más pequeño o el animal más grande. Desde su aparición, esta obra editada por Maeva, no ha parado de cosechar premios por todo el mundo, entre ellos el prestigioso Andersen de literatura infantil, y es que desde el enfoque artístico, los autores han sabido conectar con cientos de miles de niños que disfrutan con los tópicos de cada región: los nombres más comunes, las comidas típicas, los personajes más ilustres... Una gozada de libro en papel en los tiempos de Google Maps.