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El Carnaval más "aureliano"

El pintor Aurelio Suárez plasmó el sentimiento y la algarabía del Antroxu gijonés con un toque enigmático y fantasioso

El Carnaval más "aureliano"

Misterio, intriga, suspense, incluso terror. O diversión, fantasía y revelación. Detrás de una máscara de Antroxu se acumulan tal diversidad de sensaciones que hacen que la obra pictórica de Aurelio Suárez y sus creaciones más surrealistas cobren especial sentido en la época del Carnaval. El artista muestra dentro de su obra un universo de simbolismos disfrazados, algunos de ellos inéditos, como "Mascarita 1977", un gouache en el que un personaje de melena rubia, cara roja y calzado verde se encamina a paso ligero a la algarabía carnavalesca.

Aurelio Suárez aprovecha la celebración festiva para expresae plásticamente la permisividad y descontrol que reina en torno al Antroxu. Una fuente de inspiración que le permite llevar a cabo grandes obras utilizando recursos plásticos e iconográficos disfrazados en óleo, gouache o tinta e impregnados sobre papel, lienzo o madera.

Entre las obras que reflejan este espíritu se encuentran trabajos con un cierto aire más agresivo y atrevido, con figuras más enigmáticas dentro del mundo onírico que caracteriza la obra del artista gijonés. Así se puede observar en "Danza del diablo y la muerte" (1950), en óleo sobre lienzo; o también en "Toco para ti" (1940) en el mismo formato.

Hay otras creaciones como "Narcisa" (1941) en el que aparece un rostro reflejado sobre un espejo, con una calavera en segundo plano, y donde esa proyección traspasa los límites del cristal y la nariz y se prolonga hacia la realidad. Mientras que el descontrol y la anarquía son los protagonistas en "Zaimbelino" (1959) y "Crono Pictórico" (1934), ambos con gouache sobre papel.

Un Carnaval "aureliano", en suma, que desde el soporte artístico busca escapar y salir a la calle, a disfrutar de la chanza.

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