Imagínense a un director de orquesta al que, en plena conducción del "Ave María" de Franz Schubert, uno de sus músicos le arrebatara la vara y empezara a dirigir otro "Ave María", el que compuso Charles Gounod sobre otra base de Johann Sebastian Bach. Y que ambos directores, el oficial y el espontáneo, acaben bailando juntos, abrazándose, y con media batuta cada uno. Y la ejecución musical, impecable. Es sólo una de las escenas del "Concerto a tempo d'umore", el hilarante espectáculo elegido para inaugurar hoy oficialmente, en el teatro Jovellanos de Gijón, la vigésimo séptima edición de la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten). Una propuesta de la extraordinaria "Orquestra de Cambra del Empordà" que se pudo ver ayer, en un anticipo que llenó el coliseo municipal gijonés, en la jornada llamada de "preferia".

Trece músicos excelentes que dominan a la perfección los instrumentos de cuerda (violín, violonchelo...), pero que convierten sus interpretaciones en una sucesión de gags de gran efecto escénico. Sobran las palabras porque todo tiene gracia: el violinista karateca que se hace con el escenario a base de poner posturas, la instrumentista sin silla que busca su espacio sobre las tablas o aquel director schubertiano que se lleva a su orquesta de un lado para otro al atender su teléfono móvil. Y además, insistimos, la ejecución musical impecable.

El espectáculo, que llenará hoy de nuevo el Jovellanos (más de 1.200 espectadores), es una creación de Jordi Purtí. Este autor y director fue componente destacado de "Els Joglars", la compañía fundada en Barcelona por Albert Boadella en 1962. "Concerto a tempo d'umore" está pensando para toda la familia, grandes y chicos. Es difícil dejar de divertirse con esta descaharrante orquesta de trece músicos que ha triunfado en media Europa: de Alemana a Francia, pasando por Gran Bretaña.

Feten suena muy bien para empezar. Y no sólo por el extraordinario espectáculo que se vio ayer en el Jovellanos, desde el inicio mismo con violinista a pie de patio de butacas. El primero de los actos de la jornada de preferia de Feten lo protagonizó, pasado el mediodía, la Banda de Música de Gijón. El patio del Centro Antiguo Instituto, centro de mando de la Feria, se llenó para seguir "Bandamanía". Niños que tocan (del triángulo a la flauta) con la formación gijonesa. Divertida y estimuladora pedagogía.

El día nació gacho por la climatología de paraguas y bruma. Pero fue enderezándose con el paso de las horas y quedó una tarde cielos más o menos despejados, idónea para ver los primeros espectáculos callejeros de Feten. Los también catalanes de "Teatro sobre Ruedas" tomaron un segmento de la plaza del Parchís para rememorar, a su manera, los tiempos de los cómicos de la legua. Bastaban una barraca y una tartana, verdadero carro de Tespis, para hacer espectadores. Algo similar hizo Lorca en tiempos de la República.

Primeros públicos dispuestos, propicios también a jalear en el Paseo de Begoña. El "Centre de Titelles de Lleida" itineró de aquí para allá con "Hathí". Sus componentes enseñan respeto al hermano animal con su gran y articulado elefante carmesí. Cautiva por igual a grandes y pequeños, que quieren acercarse para alimentar a este urbanizado mamífero. Los gallegos de "Tanxarina" llenaron, por su lado, el salón de actos del Antiguo Instituto con "La gallina azul". El espectáculo puede verse hoy de nuevo, en el mismo recinto y a partir de las 22.15 horas, y es obra de Carlos Casares. Argumenta en favor de la diversidad y la solidaridad. Gijón vuelve a ratificarse como capital española del teatro de familia.