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JOSEP PAMIÉS | Agricultor, ha sido polémico por sus tratamientos naturales paral cáncer

"Hay quien viene a verme como último recurso, como si esto fuera Lourdes, y no lo es"

"Nunca he dicho que el cáncer se cure con hierbas y sin quimio; únicamente vemos que se puede ir logrando una evolución favorable sólo con plantas"

Josep Pàmies. REP. M. N. MORO

Allá donde va genera polémica por sus controvertidas opiniones sobre la industria alimentaria y por sus teorías sobre la cura de enfermedades, pues ha llegado a decir que puede sanar el cáncer con determinados alimentos. El agricultor catalán Josep Pàmies, enemigo de las grandes corporaciones, imparte una charla en Nava el día 4 de marzo. Será a las 18.30 horas en el hotel Villa de Nava: "Vivir con buena salud. Industria alimentaria y farmacéutica sin escrúpulos".

-¿Qué le achaca a la industria?

-Son todas lo mismo, empresas alimentarias y farmacéuticas que utilizan todos los venenos para la agricultura, los activos químicos para conservarlos y tienen en sus redes a muchas. Con el alimento nos envenenan y provocan enfermedades, y con la parte farmacéutica las mismas empresas intentan alargarnos un poco la vida: mejorar la enfermedad sin curarla, porque curar no es negocio.

- Usted ha dicho que el cáncer se cura sin quimioterapia y con hierbas.

-Hay personas que optan por no hacer quimio y aquí nosotros no opinamos, les ayudamos en ese camino y vemos que lo resuelven. Pero no podemos concluir nada. Por ser cautos nunca decimos que no a la quimio ni a la radioterapia. Entonces, a los que no quieren hacerse quimio tratamos de ayudarlos, y a los que deciden hacérsela, los complementamos con hierbas y plantas para hacerlo más leve. Y vemos que se acortan los periodos de tratamiento con quimio. Yo nunca he dicho eso. Yo digo que hay terapias naturales muy efectivas. Pero hay veces en que la quimioterapia es más radical y rápida y hay emergencias en las que no puedes dudar. Pero hay otras en las que tienes más tiempo, con un seguimiento médico riguroso se puede ir viendo si hay una evolución favorable sólo con plantas y dietas sin efectos secundarios. ¿Si no se para? Lógicamente habrá que ir a la medicina convencional. Nosotros hemos tenido cientos de casos de personas desahuciadas con radio, quimio y operaciones, y vienen como último recurso, como si esto fuera Lourdes, y no lo es. Creo que esa persecución contra nosotros ha sido injusta. Tendría que haber más diálogo y no lo quieren. Donde no hay negocio no hay diálogo.

- También se ha mostrado en contra de la vacunación.

-Esto lo tengo más claro. Si tuviera hijos no los vacunaría, pero eso cada cual. Para eso he leído mucho y hay médicos e investigadores que lo explican perfectamente. Enrique Costa Vercher tiene un libro estupendo sobre el tema: "Vacunas: una visión crítica". Explica perfectamente el negocio podrido de esa industria.

- ¿Y qué propone entonces?

-Ahora hay sustancias que cuando se crearon las vacunas no existían, como la plata coloidal o el MMS, que sabemos que no son aceptados por la medicina oficial, que cuando hay enfermedades víricas o bacterianas muy duras, hay productos que lo resuelven.

- Le acusan de seudociencia o de charlatán.

-Que me llamen charlatán. Yo he visto a miles de personas curarse rápidamente de enfermedades como el ébola. Científicamente no hay interés en demostrar eso, porque detrás hay mucho negocio farmacéutico, y estos productos no se pueden patentar.

-La investigadora Jara Pérez dice que, aunque hay alimentos más nocivos que otros, hay una gran seguridad alimentaria.

-No estoy de acuerdo. Las carnes están llenas de antibióticos y hormonas; los alimentos transformados, de aditivos químicos autorizados, muchos de ellos cancerígenos. El caso es que la porquería que te devuelven de Alemania, aquí se para en Mercabarna o Mercamadrid y se vende. No hay seguridad alimentaria porque no hay control alimentario. Tengo 69 años y nunca he recibido inspección de agricultura en lo que he vendido.

-¿Y por dónde empezamos los consumidores?

-Por conocer a los agricultores que tenemos cerca, a nuestros tenderos, nuestras carnicerías, tener una relación de proximidad, de confianza. Estamos entrando en un negocio de la comida tremendo a través de cuatro firmas comerciales sin control.

-El problema de la comida más sana es el precio, ¿no?

-No. Lo más económico es lo ecológico. El que no lo quiera ver que compre basura. Pero comprar agricultura ecológica en proximidad al agricultor que lo produce es más barato que comprar basura en un supermercado.

-En las ciudades parece más complicado.

-Cuando el franquismo, los sindicatos creaban los economatos, en los que llegaban camiones de patatas, naranjas y judías a precio de coste. Lo que podrían hacer hoy esos sindicatos, que están casi al paro, es hacer que entre en los sitios la comida ecológica a granel. Crear cooperativas de consumo. Si la gente quiere gozar de las ventajas de la ciudad y le preocupa la comida, tendrá que espabilarse y buscarla.

-Propugna cierta rebeldía.

-Sí, hay que abrir la mente, interesarse por los temas, estudiar. Esto te va a salvar la vida.

-En alimentación hay muchas teorías y al profano le cuesta saber por dónde tirar.

-Sí. Hay una dieta macrobiótica, otra vegana, otra de otro tipo. Eso son religiones. Tienes que hacer tu dieta con sentido común.

-¿A qué se refiere?

-Hay abuelas que nunca han hecho régimen, pero están delgaditas, porque tienen actividad, han comido de todo un poco, han sido medidas, no se han pasado. El veneno es cuestión de cantidad. Si normalmente comes más o menos bien y un día vas a comer basura, tampoco pasa nada. El exceso es el problema.

-¿Nos medicamos demasiado?

-Sí. Y así estamos. Si tienes un dolor de cabeza, tómate un ibuprofeno, pero pregúntate por qué tienes el dolor.

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