¿Cuánta gente visitaba realmente Laboral Centro de Arte en su etapa inaugural de 2007-2008, cuando se anunciaba como referencia de la vanguardia artística regional? Las cuentas del centro, a las que ha tenido acceso este periódico, revelan un evidente desfase entre el número de usuarios que se anunciaba y los que luego realmente había.

Laboral Centro de Arte agoniza en la actualidad a causa del fuerte endeudamiento que asumieron los responsables del programa inaugural, durante el gobierno de Álvarez Areces, una época en la que el centro gastaba una media de 18.000 euros diarios. En los primeros nueve meses de actividad se desembolsaron más 5 millones de euros. Sin embargo, el impacto de ese programa expositivo por parte de Laboral es incierto. En las cuentas de 2007 no se incluye ningún conteo de visitantes: el único dato que se aporta es la participación registrada en 13 talleres y tres seminarios impartidos en el centro en sus nueve primeros meses: 400 personas. Se indica además que hubo 47 monitores, y que en las actividades y exposiciones del centro participaron 387 artistas. Pese a esta inconcreción de las cifras en las cuentas, el centro debía tener algún tipo de registro pues en septiembre de 2008, la entonces directora, Rosina Gómez-Baeza, anunció que desde su inauguración, el 30 de marzo de 2007, habían participado en las actividades programadas por el centro 465.145 personas. Además, cifró en 81.211 el número de visitantes que habían pasado por las diferentes muestras de las instalaciones de Gijón. Añadió que en los talleres y seminarios, que según las cuentas oficiales de la entidad habían reunido a 400 personas en los primeros nueve meses, habían logrado reunir a 10.236 participantes. El número de talleres, eso sí, se había multiplicado: de los trece del primero año se había pasado a un total de 64 para esas fechas, además de ocho encuentros teóricos. Parecía un éxito.

Estas cifras tienen mal encaje en las cuentas oficiales del centro. La memoria abreviada del ejercicio cifra, en 2008, un total de 136.912 usuarios. Pero entre ellos, sólo 23.957 visitantes pasaron por taquilla. Aparecen otros 24.242 como usuarios del centro, un apartado en el que se incluye a artistas, participantes en talleres, proveedores de servicios y hasta los periodistas que iban a cubrir las actividades. En total, 48.199 personas habrían pasado por allí: apenas el 10,3% de la afluencia que Gómez-Baeza aseguraba que había tenido el centro entre el 30 de marzo de 2007 y el 31 de agosto de 2008. El resto de usuarios, hasta alcanzar esos 136.912 cifrados en el segundo año de actividad, se reparte entre los participantes en festivales y conciertos (3.347) y los que asistieron a actividades de Laboral en el exterior, principalmente a la muestra "Extensiones-Anclajes" que, según las cuentas, serían 84.008 personas.

Para alcanzar las cifras marcadas por Gómez-Baeza, todo parece indicar que se contabilizaban también los accesos a través de internet: en 2008, se registraron 95.403 visitas a la web del centro, y se despacharon un total de 404.783 páginas.

La manera de contabilizar los visitantes y usuarios del centro de arte variará en los años siguientes. En un momento en el que el Principado blandía esas cifras como garante del éxito de Laboral, era importante llevar un conteo preciso. Así sucede en 2009, cuando se incorporan a la liquidación del presupuesto unas tablas minuciosas. Entre los usuarios, se contabilizan un total de 24.106, de los cuales 16.960 habría participado de las actividades en el centro. Entre los visitantes, la cifra es algo inferior: 21.329 personas. La afluencia total fue de 45.435 personas.

En los años siguientes no se incorpora un conteo tan preciso. En 2010 se produce un hecho sorprendente. Se cifra el volumen de usuarios en 49.887, y el de visitantes a las exposiciones en 48.247. En conjunto, más del doble del año anterior. Pero los ingresos en taquilla, sin que hubiera mediado ningún cambio en la tarificación, cayeron desde 49.950,12 euros hasta 26.704,91 euros. El doble de visitantes, pero poco más de la mitad de ingresos por venta de entradas. Pese a esta aparente incoherencia, las cuentas fueron aprobadas.