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Dionisio Fierros y Luis Fernández, en una gran muestra en Bruselas

Ochenta artistas que abarcan cuatro siglos de historia integran una muestra que se exhibe en el Palacio de Bozar

"Cráneo", de Dionisio Fierros. A la derecha, la parte trasera del cuadro, donde figura la inscripción que indica que es el cráneo de Goya.

Dos obras de los artistas asturianos Dionisio Fierros (Ballota, Cudillero, 1827-Madrid, 1894) y Luis Fernández (Oviedo, 1900- París, 1973) forman parte de una gran retrospectiva de grandes maestros sobre la evolución de la naturaleza muerta española, que se exhibe hasta el próximo 27 de mayo en el Palacio del Bozar de Bruselas. Comisariada por el historiador Ángel Aterido, la exposición reúne ochenta obras de grandes maestros desde finales del siglo XVI hasta el siglo XX; es la primera vez que una muestra de este tipo de pintura, con frecuencia considerado arte menor, analiza y exhibe cuatrocientos años de historia.

Juan Sánchez Cotán, considerado el patriarca de los bodegonistas españoles, Hiepes, Mateo Cerezo, Antonio Ponce, Velázquez, Zurbarán, Bernardo Lorente German, Meléndez, Goya, Picasso, Dalí, Miró, Zuloaga, Solana, Antonio López y Miguel Barceló son algunos de los nombres de la nómina, en la que sólo figura, en representación de la mujer, María Blanchard. Las obras proceden en su mayoría de museos y colecciones privadas de todo el mundo, aunque el mayor número de ellas están vinculadas a instituciones y coleccionistas de España. Entre los primeros destacan el Prado, el Reina Sofía, la Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Louvre, el Pompidou, los Uffizi, la National Gallery , Houston y el MOMA. Abelló, Alcocer, Duque del Infantado, Alicia Koplowitz y Francisco Lara son algunas de las colecciones.

Dionisio Fierros está representado por la obra "Cráneo", propiedad del Museo de Zaragoza. La leyenda dice que esta cabeza pudo ser la de Francisco de Goya a cuyo cuerpo, cuando Francia envió a España su ataúd, le faltaba la calavera. Fierros pintó este cráneo en 1849, tres décadas antes de la exhumación del cadáver del artista aragonés. En su reverso se leen tres inscripciones. La primera, escrita sobre una etiqueta de papel, es la firma del marqués de San Adrián, amigo y mecenas de Goya; la segunda, realizada sobre la madera, dibuja un "n.º 4" y sobre él la frase "Cráneo de Goya pintado por Fierros". A Goya y a Fierros les une el marqués de San Adrián, que fue mecenas de Goya durante su exilio en Burdeos y que era aficionado a la frenología. Pero nunca se ha podido demostrar la veracidad de la historia.

Según advierte el Museo de Zaragoza, la tercera inscripción se añadió con posterioridad, y se desconoce si fue para aclarar su origen o con la intención de revalorizar la obra, que se adquirió a un anticuario en el siglo XX.

En lo que respecta al cuadro de Luis Fernández, "Cráneo y velas" (1967), pertenece a la Colección Telefónica. La Colección Arango, propiedad del empresario mexicano de origen asturiano Plácido Arango, está representada por la obra"Naturaleza muerta con frutas y flores de Manises", de Tomás Hiepes.

Según Ángel Aterido, el interés pictórico por las naturalezas muertas surge a la vez en Italia, Flandes y España pero nuestro país presenta algunas particularidades que lo distinguen del resto de Europa y una de ellas es el empleo del tema "bodegón". "La austera síntesis de los primeros ejemplos del género y la interpretación personal que hacen artistas como Velázquez, Meléndez o Goya son universalmente reconocidos como cumbres del género".

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