La población de gorriones se ha reducido en 9 millones de ejemplares en los últimos 20 años, lo que supone un descenso del 12,5 por ciento en España, según datos del programa SACRE de SEO/BirdLife que en el Día Mundial del Gorrión alerta de la "continua pérdida" de poblaciones en los pueblos y ciudades.

Además, la ONG advierte de que en España habitan cinco especies de gorrión y la que más afectada por el cambio climático es el gorrión alpino. Si bien, alerta de que la situación a nivel europeo es aún peor y que en ciudades como Londres llevan "años" sin ver un solo gorrión.

Entre las causas de su desaparición SEO/BirdLife apunta a la "increíble adaptación del gorrión al ser humano", al "exceso" de contaminación atmosférica, que les afecta especialmente así como a la escasez de espacios verdes donde alimentarse de manera equilibrada.

El coordinador de ciencia ciudadana de SEO/BirdLife, Juan Carlos del Moral, ha señalado que los datos que recaban de forma periódica sobre su estado a través de "miles" de voluntarios, los gorriones padecen anemia, malnutrición y un funcionamiento deficitario de sus sistemas de defensa" y recuerda que un mundo no apto para gorriones tampoco puede ser un mundo para las personas y que este ave fue declarada Ave del Año.

En concreto, la ONG señala que tanto el gorrión común como el gorrión molinero, una especie de pequeño tamaño y aspecto delicado, guardan una estrecha relación con la actividad humana, hasta el punto de que anidan en edificios y otras construcciones.

Sin embargo, cuando el hombre abandona un espacio estas aves le sigue en su camino, aunque también hay otros factores que están contribuyendo a su declive. Entre ellos, la intensificación agraria, que también puede derivar en menos gente en campo y el uso de pesticidas. En la ciudad, se suman cuestiones como la escasez de alimento, la contaminación atmosférica o la ausencia de lugares de nidificación.

Frente a esta desaparición, la ONG sin embargo destaca la suerte de los gorriones chillón y moruno, cuyas poblaciones han aumentado desde 1998 por su expansión a distintas zonas de la Península. En ambos casos, es menor su dependencia de la actividad humana.

Asimismo, añade que la última de las cinco especies de gorriones que habitan la Península Ibérica es el gorrión alpino, que es propio de cumbres montañosas donde existen neveros y de todas ellas es el que más afectado estará por el progresivo cambio climático.