El jefe de comunicación del Vaticano, Dario Edoardo Viganò, ha dimitido de su cargo tras descubrirse que difundió una carta de Benedicto XVI en la que omitía ciertas críticas contra su sucesor, Francisco. Un escándalo que se ya se conoce como el "lettergate", y por el que Viganò ha asumido toda la responsabilidad.

En la carta, publicada por varios medios italianos tras ser difundida por Viganò, Benedicto XVI elogiaba la "profunda formación filosófica y teológica" del actual Papa. Pero Ratzinger también criticaba la decisión de encomendar la redacción de uno de los volúmenes de la colección "La teología del Papa Francisco" a Peter Hünermann, teólogo alemán que fue uno de los grandes críticos del Papa Juan Pablo II y de su sucesor Benedicto XVI. Unas palabras que Viganò habría suprimido de la carta antes de remitirla a los medios.

Viganò asume que "la controversia, más allá de mis intenciones, desestabiliza el complejo y gran trabajo de reforma" en el aparato de comunicación del papado, por lo que se "hace a un lado" para no entorpecer la labor de Francisco.