Para comprender el origen del Reino de Asturias, las circunstancias que determinaron su consolidación y las consecuencias de la batalla de Covadonga hay que trascender las crónicas: se hace necesario hacer más excavaciones arqueológicas y, sobre todo, tratar de analizar la sociedad en la que se enmarcan estos hechos. Esa es la conclusión de Isabel Torrente, profesora de Historia Medieval, que impartió ayer la conferencia "La historia y Covadonga" en la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), en la ovetense plaza de Porlier.

La ponencia cerró el quinto ciclo de conferencias sobre el centenario de Covadonga, coordinado por Andrés Martínez Vega. "Las crónicas, como todo texto escrito, nos permiten hacernos preguntas y aún nos pueden servir para extraer algunos detalles y matices. Pero tenemos la necesidad de seguir con la investigación, sobre todo de la cultura material. Tenemos que seguir buscando restos", afirmó la historiadora.

Sobre los posibles yacimientos, Torrente considera importante explorar no sólo enclaves como el real sitio, también pueblos o aldeas del entorno, que pueden dar a los investigadores información adicional con la que ir esbozando un gran fresco de la época. "Todavía nos faltan datos, pero realmente tenemos que conocer mejor la sociedad de la que surgió el Renio de Asturias, tenemos que profundizar en la sociedad de la época. Eso es lo que debemos saber, porque una institución como la monarquía asturiana no puede surgir de golpe. La victoria de Pelayo fue importante, pero tiene una base social detrás", afirmó la historiadora.