La voz rota de Herzog nos introduce al principio de su documental "Dentro del volcán" en las intenciones de su obra: "Obviamente había un aspecto científico en nuestro viaje. Pero lo que buscábamos realmente era el lado mágico, sin importar lo extraño que se podría poner todo al final". Y el director alemán siempre lo consigue, sea a través de sus hipnóticas imágenes, de sus poéticos guiones o de su amplia visión de la humanidad. En esta obra original de Netflix, el cineasta, escritor y documentalista recorre varios volcanes del mundo acompañado por el vulcanólogo de la Universidad de Cambridge Clive Oppenheimer, buscando las claves de esas formaciones con la capacidad de destruir todo nuestro planeta y la influencia que tienen sobre las poblaciones que conviven con ellos. Su cámara captará la realidad moldeada por estos monstruos subterráneos de roca líquida en lugares como Indonesia, Islandia, Etiopía o la inquietante Corea del Norte, donde consigue permiso para grabar unas escenas de negro surrealismo. Cualquier joven que aspire a científico -o a director de cine- debería ver este documental repleto de belleza en el que Herzog se mete en la misma boca del volcán para que sintamos el aliento sulfúreo aún siendo muy consciente de que "es un fuego que quiere estallar. Y no podría importarle menos lo que estamos haciendo aquí".