"Con dinero y sin dinero / hago siempre lo que quiero / y mi palabra es la ley. / No tengo trono ni reina / ni nadie que me comprenda / pero sigo siendo el rey". Las célebres estrofas de "El Rey", la canción de José Alfredo Jiménez, son de sobra conocidas por el público español. Un indicio de los lazos culturales que, a través de la emigración, se han formado entre España y América. Toda una tradición que ha llevado al tenor asturiano Joaquín Pixán a rendir tributo a la música popular mexicana con un disco, "México, ahora y siempre", que acaba de ver la luz.

El origen del proyecto se vincula con la fascinación de Pixán por la obra de Jiménez, de quien se versionan once canciones en el disco: "El Rey", por supuesto, pero también otras piezas tan populares como "El siete mares". Además, se incluyen obras de otros autores, como "La barca del oro", de Abundio Martínez; "¡Jalisco, no te rajes!", de Manuel Esperón; o esa "México lindo y querido" que popularizó el gran Jorge Negrete.

En conjunto, se trata de un proyecto de dos años de investigación que Pixán grabó en el Auditorio de Zaragoza, junto a la Orquesta Reino de Aragón que dirige Ricardo Casero, entre septiembre y octubre de 2017. Una selección coronada con dos composiciones propias. La primera "Hijo del pueblo", que como explica Pixán "es una canción de nueva planta que hice a José Alfredo Jiménez, partiendo de un texto de encargo que encargué a su vez a la poetisa África Sánchez". La propia autora hace el recitado en la grabación y la soprano mexicana Dolores Granados acompaña a Pixán. Se da la circunstancia de que Granados está casada con el tenor de Cangas Moisés Molín, que participa en el proyecto cantando "México lindo y querido".

Además de esta pieza, Pixán incluye en el disco un himno a la emigración, en dos versiones con letra en asturiano y español, compuesto por él mismo y con orquestación de Javier Vázquez: "Canto del emigrante asturiano", sobre un poema de Alfonso Sánchez Lorenzo; y "Canto del emigrante español", con versos de María Baro. Una pieza en dos versiones, en suma, que complementan y redondean una selección de joyas del repertorio mexicano.