El Principado de Asturias, a petición de la Junta de Gobierno del Museo de Bellas Artes, pedirá ayuda al Colegio Oficial de Arquitectos para encontrar una solución a las carencias de la gran pinacoteca regional derivadas de la no ejecución de la segunda fase de la ampliación. Así lo reveló esta mañana Trinidad Rodríguez, representante del PP en el patronato del museo, en una rueda de prensa en la que compareció junto a la también patrona Elisa Collado y el diputado Pedro de Rueda.

Según explicó Rodríguez, el debate sobre la ampliación del museo ha sido retomado en el patronato de la institución museística a petición del PP y pese a la resistencia de los representantes de la Consejería de Cultura, que aducían que en la administración no se contempla ninguna "fase dos" para la ampliación. Una perspectiva, insiste Rodríguez, que contrasta con las promesas del Presidente del Principado, Javier Fernández, que en el discurso del estado de la región de 2016 fijó como objetivo para esta legislatura, en materia de Cultura, la ejecución de esa segunda fase. La patrona señala, no obstante, que en la Junta de Gobierno se acordó pedir la colaboración del Colegio de Arquitectos para encontrar una solución técnica que permita al museo utilizar, al menos, los almacenes y el salón de actos.

Para ello, la previsión pasa por invitar en primer lugar a la decana presidenta del Colegio, Sonia Puente, a visitar las instalaciones para, a partir de ese primer contacto, poder plantear algún tipo de solución. Ese encuentro no se ha producido a día de hoy, aunque Rodríguez confía en que se materialice cara a la próxima reunión del patronato, aún sin fecha.

La patrona hizo notar, además, que ninguna de las necesidades que el museo presentaba a principios de legislatura se han cubierto. Además de la ampliación, el director del Bellas Artes, Alfonso Palacio, había reclamado ampliar el número de vigilantes y auxiliares de sala, cubrir las vacantes de la plantilla (especialmente con la incorporación de dos conservadores y un pedagogo), e incrementar el presupuesto para cubrir el aumento de gasto corriente y poder salir al mercado a adquirir obra, algo que no se hace desde 2011.

A juicio de Pedro de Rueda, la situación del museo constata que el gobierno que preside Javier Fernández "no se toma en serio la política museística" y que su política cultural se limita a "pagar los pufos del arecismo", con inyecciones económicas millonarias a entidades "con respiración asistida, como Niemeyer y Laboral".