El oftalmólogo ovetense Luis Fernández-Vega Sanz (Oviedo, 1952) se convirtió ayer en el quinto presidente de la Fundación "Princesa de Asturias". Se comprometió a desarrollar su cargo con "gran ilusión, compromiso, responsabilidad, rigor y eficiencia".

Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, Fernández-Vega era el miembro del patronato de la Fundación con más posibilidades de suceder a Matías Rodríguez Inciarte al frente de la entidad que organiza los premios "Princesa de Asturias" y ayer se hizo oficial su nombramiento. Por delante, este catedrático de Oftalmología en la Universidad de Oviedo y director del instituto oftalmológico que lleva el apellido familiar tiene un mandato en el que, según manifestó, espera que se produzca "la venida a Oviedo" de la Princesa Leonor de Borbón para debutar en la entrega de los galardones.

Fernández-Vega tiene por delante un mandato de cuatro años. A su término, habrá cumplido los 70 años y, por tanto, habrá rebasado el límite de edad establecido en los estatutos de la Fundación para permanecer en el cargo. Entonces, la entidad tendrá que afrontar otro relevo. En la reunión de ayer del patronato de la Fundación se tomaron otras decisiones. Una de ellas fue la incorporación "a título personal" como patronos de Gonzalo Urquijo, presidente de Abengoa, y de Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación. Dos decisiones que podrían interpretarse como las semillas de esa nueva etapa tras el mandato del doctor Fernández-Vega.

Urquijo vuelve así al patronato de la Fundación después de haber formado parte de él en representación de Arcelor Mittal. También se adoptaron ayer otros acuerdos menores, como fue un cambio en la representación de Arcelor Mittal en el patronato, hasta ahora en la persona de José Manuel Arias García, y la incorporación al Patronato Princesa de Asturias, un órgano de carácter honorífico, de Alfredo Mahou, en nombre de la Fundación Mahou San Miguel. También se incorporaron, en calidad de miembros protectores, Flor Álvarez Lloriana y Alfredo Suárez Álvarez.

La elección de Fernández-Vega se produjo "por aclamación". Al fin y al cabo, la decisión ya venía timbrada con la voluntad de la Casa Real. En su primera intervención como presidente de la Fundación, Fernández-Vega expresó su agradecimiento a los Reyes "por la confianza depositada en mí" y tuvo un "recuerdo" especial para la Princesa Leonor. Indicó en este sentido su intención de "estrechar los lazos entre la heredera del trono y nuestra comunidad". También reconoció la "tremenda" labor desarrollada por su antecesor, el exministro Matías Rodríguez Inciarte, actual consejero y vicepresidente de Banco Santander. También reconoció el trabajo de los anteriores presidentes de la Fundación.

En la rueda de prensa posterior a su nombramiento, Fernández Vega explicó que "a los 35 minutos" de estar en la presidencia le resultaba difícil pormenorizar los objetivos que se marca, pero indicó que pretende mantener una "línea de continuidad" sobre la labor de Matías Rodríguez Inciarte. Al mismo tiempo, destacó la importancia de una buena elección de los jurados para dar prestigio a los galardones y la posibilidad de "extender a lo largo del año si es posible" las actividades de la Fundación. Y en este punto incidió en la colaboración con la comunidad educativa a través del programa "Toma la palabra", con el que cientos de escolares de toda Asturias participan en distintas actividades relacionadas con la obra de los premiados.

La primera intervención pública de Fernández-Vega como presidente de la Fundación fue también la última de Matías Rodríguez Inciarte al frente de la entidad. El vicepresidente de Banco Santander también agradeció a la Corona el "incondicional apoyo" que recibió en sus diez años como presidente de la Fundación Princesa de Asturias, en un cargo que es "la mayor distinción que un asturiano pueda recibir". En sus agradecimientos, destacó especialmente la "extraordinaria labor" de Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación y, desde ayer, miembro también del patronato. Apuntó que, en 2009, "sustituir a Graciano García no parecía tarea fácil" pero, indicó, el tiempo demostró que la elección fue la correcta. "Acertamos en la designación". De Sanjurjo alabó su "mano maestra", su "tacto, delicadeza y visión de futuro". De hecho, cuando hizo repaso de toda su labor eligió precisamente ese momento de relevo como el más trascendental de sus años como presidente.

Rodríguez Inciarte también hizo hincapié en la "situación confortable" en la que se encuentra la Fundación Princesa pese a haber pasado por los años de la crisis económica y resaltó los distintos cambios internos que fueron operándose en estos últimos años, desde el proceso de renovación de los miembros de los jurados hasta la aplicación de un código interno de conducta o el desarrollo de un mapa de riesgos de la institución. El presidente saliente también glosó la figura de Fernández Vega y aseguró que su candidatura fue recibida en el seno del patronato de una forma "unánime y entusiasta", al tiempo que incidía en su prestigio profesional, en sus vínculos con Asturias y también con la universidad, un aspecto que aportará "un saludable equilibrio" a un nuevo presidente que, al contrario que sus antecesores, no está vinculado al ámbito financiero.