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LUIS FERNÁNDEZ-VEGA SANZ | Nuevo presidente de la Fundación Princesa de Asturias

"Quienes piensan que los Premios sólo son una alfombra azul nos conocen de una forma muy superficial"

"No me atrevo a opinar cuándo debe visitarnos la Princesa, pero será una ocasión emotiva para los asturianos"

El nuevo presidente de la Fundación Princesa. IRMA COLLÍN

Luis Fernández-Vega Sanz (Oviedo, 1952) fue elegido el pasado día 3 presidente de la Fundación Princesa de Asturias, la entidad que desde 1981 concede y entrega en Oviedo los galardones del mismo nombre. Sucede en el cargo al financiero Matías Rodríguez Inciarte. Miembro de la cuarta generación de una eminente saga de oftalmólogos, catedrático, jefe de servicio del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y responsable del Instituto Oftalmológico que su familia regenta en Oviedo, tiene por delante cuatro años -hasta que cumpla 70- al frente de la Fundación. Debido a su labor médica, mantiene una buena sintonía desde hace años con la Familia Real. Si todo rueda según lo previsto, en su mandato deberá producirse la esperada incorporación a los Premios de Leonor de Borbón y Ortiz, Princesa de Asturias y Heredera de la Corona. Luis Fernández-Vega ha respondido a las preguntas de LA NUEVA ESPAÑA a través de un cuestionario.

- Usted ha hablado de estrechar los lazos entre L eonor y Asturias. ¿Debería acudir a Covadonga para recibir los atributos de Princesa?

-Estrechar los lazos con la Corona y afianzar la figura del heredero está en la misión de la Fundación Princesa de Asturias desde su creación, no es nada nuevo. En cuanto a cuál es el momento más adecuado para que la Princesa visite Asturias, no me atrevería a opinar, pero será una ocasión emotiva para los asturianos.

- En su primera intervención como presidente de la Fundación, usted habló de prolongar a lo largo del año las actividades en torno a los premios "Princesa".

-La Fundación está haciendo un gran esfuerzo para ofrecer una programación cultural diversa, de alto nivel y que llegue cada año a un mayor número de ciudadanos. En 2017, la Semana de los Premios congregó a alrededor de 20.000 personas en torno a una treintena de actividades que tuvieron como escenario ocho localidades asturianas, en la edición más descentralizada de nuestros Premios. Ha habido años, recuerdo por ejemplo las retrospectivas dedicadas a Haneke y Coppola, en los que nuestra semana cultural se prolongó a lo largo de quince días. Ésa es la línea por la que apostamos: garantizar la presencia de los galardonados en Asturias, con motivo de la entrega de los Premios, el mayor tiempo posible.

- ¿Qué les dice usted a quienes opinan que los Premios no son más que una alfombra azul en el Campoamor para el desfile y lucimiento de autoridades, premiados e invitados varios?

-Trabajamos para reconocer el esfuerzo y premiar la excelencia humana en todas sus expresiones. Me gustaría hacer partícipes a todos de la Semana de los Premios, en la que se celebran conferencias, encuentros, mesas redondas, conciertos, una programación, en suma, de una gran exigencia cultural y diseminada cada año por un mayor número de localidades asturianas. Ya he aludido a las 20.000 personas que participaron en los actos del año pasado. Creo que quienes opinan que la Fundación no es más que una alfombra azul tienen un conocimiento muy superficial de nuestra labor. Además, les invitaría a participar en nuestras actividades para comprobarlo por sí mismos.

- ¿Está infrautilizada en Asturias la red de contactos de la Fundación con tantos premiados? ¿Sería posible conseguir que algunos de ellos volvieran con cierta regularidad?

-Una línea de trabajo fundamental de los últimos diez años ha sido la intensificación del contacto con los premiados. Esto ha redundado en un incremento del número de candidaturas que presentan. También se ha reactivado la presencia de galardonados en anteriores ediciones en la ceremonia de entrega y en la composición de los jurados. Además, algunas de estas personalidades regresan a Asturias, por muy distintos motivos. Nosotros estaríamos encantados de desarrollar mayor actividad a lo largo del año con este intangible tan valioso que son nuestros premiados, pero eso requeriría una dotación presupuestaria mayor.

- ¿La Fundación necesita más dinero público o más aportaciones privadas?

-Las fuentes de financiación de la Fundación son esencialmente privadas, gracias a la generosidad de nuestros patronos y protectores, y no podemos olvidar a las instituciones públicas que nos apoyan. Durante el pasado ejercicio, el 71 por ciento de las aportaciones provinieron del sector privado, un 16 por ciento del sector público y un 13 por ciento de rentas del patrimonio.

- ¿Qué grado de implicación cree usted que tiene la sociedad asturiana con los Premios?

-Las invitaciones que la Fundación pone a disposición del público para asistir a nuestras actividades se agotan en pocas horas. En una ocasión, con motivo de la proyección de una película de Coppola, a los ochenta segundos de abrirse el plazo de inscripción para solicitar entradas, estas ya se habían agotado. Otro dato significativo es la demanda de peticiones del público para asistir a la ceremonia de entrega, que no deja de aumentar. Deduzco que los asturianos muy mayoritariamente se sienten implicados y orgullosos de los Premios.

- ¿Realmente tienen tanta proyección internacional o esa percepción es fruto del grandonismo astur?

-Hay hechos objetivos que así lo confirman, como es la repercusión que tienen los fallos de los jurados o la ceremonia de entrega de los Premios, que habitualmente son noticias recogidas por las más destacadas cabeceras de la prensa internacional: "The New York Times", "The Washington Post", "The Telegraph", "Frankfurter Allgemeine Zeitung" y un largo etcétera. La proyección internacional no es una cuestión debatible; está refrendada por datos objetivos.

- ¿Qué diría a quienes, todos los años, protestan ante el Campoamor el día de la entrega?

-La Fundación lleva casi 40 años trayendo a Asturias a algunas de las personalidades más importantes del mundo de todos los ámbitos del conocimiento. La aproximación a su obra y la difusión de su trabajo es una oportunidad única para nuestro crecimiento como individuos y como sociedad. También es importante el impacto económico que toda esta actividad genera, el empleo que crea en Asturias, su extraordinaria aportación al PIB. En todo caso, en la Fundación respetamos las opiniones discrepantes.

- ¿Cuál será la diferencia entre un presidente de la Fundación del ámbito médico y universitario, como es su caso, y los anteriores, del entorno empresarial y financiero?

-Desde el año 2000, estoy vinculado a la institución desde el ámbito científico al formar parte del jurado de Investigación. La presidencia de la Fundación es una gran responsabilidad y mi intención es mantener la línea de trabajo de mis predecesores, con la que se ha conseguido que la Fundación haya alcanzado una personalidad propia y un gran prestigio internacional.

- ¿Qué aporta en estos tiempos de brotes nacionalistas y republicanos la Fundación Princesa de Asturias a la Corona Española?

-La Corona está vinculada a los referentes éticos que promueve la Fundación a través de sus Premios, cuya esencia es reconocer modelos de excelencia que sirvan de inspiración a la sociedad, que son atemporales y contribuyen al robustecimiento de los sistemas democráticos.

- En el Campoamor sólo caben unas 1.300 personas. ¿Habría que trasladar la entrega al Calatrava para abrir más el acto a la sociedad asturiana?

-La ceremonia de los Premios Princesa está estrechamente vinculada al Teatro Campoamor desde el año 1981. El público que asiste cada año es amplio y diverso, pese a la limitación en el aforo del teatro.

- ¿Los Premios son exclusivamente un patrimonio de Oviedo? ¿Pierde algo la capital por programar más actos en Gijón y Avilés?

-Oviedo tiene un papel destacado al acoger las reuniones de los jurados y la ceremonia de entrega de los Premios. Sin embargo, la Fundación siempre ha huido de localismos. Los Premios Princesa son un patrimonio de todos los asturianos y es nuestro deseo conseguir que el mayor número de personas disfruten de nuestra programación cultural. Además de las localidades que usted ha mencionado, en la última edición se celebraron actos en Mieres, Cudillero, Noreña, Cangas de Onís y Poreñu.

- ¿Debería haber un mayor compromiso del Ayuntamiento de Oviedo con los Premios?

-En la Fundación mantenemos una relación fluida y cordial con el Ayuntamiento de Oviedo; soy consciente del esfuerzo que hacen con su aportación económica, con la cesión de espacios, y estamos muy agradecidos. El compromiso de la Fundación con la ciudad de Oviedo queda patente en los trece actos culturales organizados durante la Semana de los Premios 2017 o los diecinueve conciertos de nuestros coros celebrados el año pasado en la ciudad.

- ¿Qué opina de Felipe VI?

-Nada muy diferente de la inmensa mayoría de los españoles. Tenemos un Rey con una gran formación, con un extraordinario sentido de la responsabilidad y comprometido con España y su Constitución, por lo que nada de lo que nos ataña en ningún campo le es ajeno. Somos muy afortunados de que en momentos complejos como los que vivimos, y mucho más allá de las tensiones territoriales, una persona como el Rey ocupe la jefatura del Estado.

- ¿Y de la Reina Letizia?

-Mi relación con S.M. la Reina, por razones obvias, ha sido menor, aunque suficiente para ser testigo del enorme compromiso y dedicación con que asume sus responsabilidades y, si me permite, la casi inmensa curiosidad por todo cuando estima de interés. Comprenderá que, además, el hecho de que sea asturiana le confiere un punto de proximidad del que nos sentimos orgullosos.

- ¿Algo que eche en falta en el "felipismo" con respecto al "juancarlismo"?

-Ambos Reyes tienen en común mucho más de lo que accidentalmente pudiera diferenciarlos. Destacaría la decidida vocación de servir a España en toda circunstancia. A partir de ahí, a ambos les ha correspondido ejercer su función en momentos muy diferentes y, por tanto, con necesidades, exigencias y sensibilidades distintas.

- ¿Cabría imaginar estos galardones sin vinculación alguna con la monarquía española?

-Desde su origen, la Fundación Princesa de Asturias y los Premios han estado estrechamente vinculados al Príncipe, ahora Rey, como en la actualidad lo están al nombre de la Princesa de Asturias, nuestra presidenta de Honor. Son indisociables. No se pueden concebir los Premios sin una vinculación directa con la Monarquía.

- ¿Hay pocas mujeres premiadas en el historial de los Premios? ¿Habrá más?

-Los jurados de los Premios conceden nuestros galardones valorando los méritos objetivos de cada uno de los candidatos y la trascendencia internacional de sus contribuciones. Somos conscientes de que el número de mujeres que han recogido el premio a lo largo de estos 37 años de historia es inferior al de los hombres. Por ello la Fundación ha puesto en marcha políticas activas para promover el envío de candidaturas de mujeres, pero a pesar de este esfuerzo el número de propuestas femeninas sigue siendo menor que las de hombres. En la Fundación estamos comprometidos con la igualdad y vamos a seguir trabajando en esa línea.

- Para terminar, una dosis de autocrítica: ¿Hay algo que, según su punto de vista, haya hecho mal la Fundación y que sea necesario corregir?

-Nuestra meta es evitar la autocomplacencia, mantener el nivel de excelencia alcanzado y esforzarnos para mejorarlo. Todos los años, una vez concluida la entrega de los Premios, se lleva a cabo un análisis exhaustivo para evaluar cuáles son esos espacios de mejora para ganar en calidad y eficiencia. En todo caso, sería prematuro por mi parte emitir un juicio: acabo de llegar a la Presidencia.

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