Cuando Vaudí Cavalcanti cumplió sus primeros 25 años en Asturias desde que llegó de Brasil lo celebró con un ciclo de conciertos que le llevó por todo el Principado, Madrid y Andalucía. Aquellos conciertos se salían un poco del guión. Más que nada porque el de Recife hacía un poco lo que de daba la gana y no se limitaba a la música brasileña, como se esperaba de él.
En aquel repertorio había cabida para la bossa nova o la samba pero también para el bolero o la copla, la música que Vaudí escuchaba en casa y cantaba en privado pero nunca había llevado a un escenario. Aquellos conciertos recibieron el aplauso del público y provocaron la misma pregunta tras todas las sesiones.
¿Y el disco? Pues el disco ha llegado ahora. Vaudí presentó ayer en Oviedo "2punto5", el registro sonoro de todo lo que ocurrió a finales del año pasado. Ahí están "Garota de Ipanema" o "La bien pagá", grabadas a pelo, a pulmón. Vaudí "quería que sonase como en los conciertos" y aunque la grabación se hizo en los estudios La Nozal, en Llanera, no hay postproducción. Los músicos grabaron "del tirón", en directo y sin modificaciones posteriores. "La verdad es que el repertorio estaba muy rodado", dice Vaudí, pero también es cierto que en el disco hay fallos. Son los desajustes del directo que se podrían haber corregido, pero el brasileño no quiso tocar ni una nota de las que se habían ido del pentagrama. "Quería que sonase como si lo hubiésemos grabado en directo", una opción que se barajó y se descartó por cuestiones técnicas, "y así lo hicimos, sin modificar nada después".
Suena la voz y la guitarra de Vaudí, el piano de Xaime Arias en el conservatorio Valle del Nalón (donde se grabaron dos canciones), el bajo de Óscar Santos y las percusiones de Sergio Pevida. Fernando Malva, el responsable del estudio de grabación, se suma también en "Insensatez" con el piano eléctrico.
Las canciones volverán a sonar el día 20 en Grado y el 28 llegarán a la sala Clamores de Madrid. Será el inicio de los próximos 25 años de Vaudí Cavalcanti en Asturias. El pernambucano ya lo tiene todo listo para empezar otro cuarto de siglo.
