Una nueva simulación por ordenador del desarrollo del sistema solar muestra que Saturno pudo haber desempeñado un papel en la creación de las lunas más grandes de Júpiter.

La mayoría de los científicos espaciales coinciden en que la mayoría de las lunas más pequeñas de Júpiter, si no todas, llegaron a nuestro sistema solar desde otro lugar; por otro lado, se cree que las cuatro lunas más grandes, Ganímedes, Io, Calisto y Europa se originaron cerca del planeta mismo.

Pero, como reportan en arXiv los autores del nuevo estudio, existe un problema con esta teoría. *Cómo podrían haberse formado a partir de material cercano si Júpiter despejó una pista alrededor del sol, como también sugiere la teoría, atrayendo gravitacionalmente todo lo que encontró a su paso cuando Júpiter se formó?

Para aprender más y posiblemente resolver ese problema, los investigadores liderados por Thomas Ronnet, del Laboratorio Astrofísico de Marsella, y Aurelien Crida, de la Universidad de Niza, construyeron una simulación por ordenador para mostrar lo que podría haber sucedido cuando se formaron Júpiter y otros planetas cercanos.

La simulación mostró, según el equipo, que Saturno pudo haber desempeñado un papel en la creación de las lunas de Júpiter moviéndose lo suficientemente cerca de Júpiter para interrumpir el material que orbita al sol en los bordes del camino despejado por el planeta más grande, causando parte del material para entrar en ese espacio despejado Ese material, mostró además la simulación, podría haberse fusionado para formar las cuatro lunas grandes que vemos hoy.

Si un estudio posterior respalda la simulación, sugiere el grupo, sus hallazgos pueden tener un impacto en el estudio de otros sistemas solares, aquellos que tienen muchos planetas, señalan, podrían haber pasado por un proceso similar. En tales casos, los científicos podrían querer observar más de cerca los planetas más grandes para ver si también tienen lunas grandes que podrían estar albergando vida.

La simulación sugiere un escenario plausible que rodea el desarrollo de las lunas más grandes de Júpiter, señalan los investigadores, pero aún no explica por qué esas cuatro lunas están hechas de diferentes tipos de materiales; parece lógico suponer que serían muy similares en la composición, si todos fueran resultado más o menos del mismo grupo de rocas, polvo y gas.