"Tenemos más apoyo, parece que más que nunca", añadía Candel, detrás de la pancarta que abría la manifestación. Entre los respaldos de nueva expresión figuró por primera vez la "número dos" de la Federación Socialista Asturiana, Gimena Llamedo, quien estuvo al frente de una amplia representación de su partido, integrada por miembros de la ejecutiva regional como Roberto Morís, Mari Luz Pontón, Miguel Barrero y el alcalde de San Martín del Rey Aurelio, Enrique Fernández, entre otros. "El socialismo asturiano aprobó el camino a la cooficialidad en su último congreso. Y creemos que el momento será en la próxima legislatura", afirmó Llamedo, quien recalcó que la FSA apuesta por "una cooficialidad a la asturiana, alejada de imposiciones, en la que, por ejemplo, no se obligue a los funcionarios a hablar en asturiano".

Para el secretario general de Podemos, Daniel Ripa, fue "una cita histórica, no se puede esperar más; la sociedad civil ha dicho que ya basta y exige respuestas políticas". Ramón Argüelles, el coordinador general de IU Asturias, también se decantaba por "una cooficialidad sin agredir al castellano porque en Asturias no tenemos problemas de identidad. El asturiano es un patrimonio más como Covadonga", comentaba, acompañado por el portavoz en la Junta, Gaspar Llamazares y de la vicepresidenta del parlamento, María José Miranda. Si algo quedó claro tras la manifestación de ayer es que la suerte política de la cooficialidad dependerá, en gran medida, de que los partidos de la izquierda tengan una amplia mayoría en las elecciones autonómicas.

La actriz mierense María Cotiello puso voz al manifiesto en el que los asturianistas quisieron dar "la bienvenida a los qu`hasta agora nun nos acompañaron nesi camín", exigieron a los políticos "hacer su labor y atender las demandas de la gente" que, en materia linguïstica, pasan "por la reforma" del artículo cuarto del Estatuto de Autonomía y dieron un "toque" a los reacios a la oficialidad: "namás s`oponen los sectores de la sociedá más acérrimes y d`idees más escluyentes (...) quieren inocular odiu y fanatismu ente la xente". Cotiello acabó con un "agora llegó la hora". El día 4 de mayo habrá otra manifestación por el Día de les Lletres.