Indignadas, frustradas, humilladas. Así se sentían millares de personas que salieron a la calle en España, también en Asturias, y cientos de miles que firmaron para pedir la inhabilitación de los jueces que rubrican la sentencia de "la Manada", que condena a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual continuado -que no por violación- a cada uno de los cinco integrantes de la banda de hombres que en los sanfermines de 2016 metieron en un portal a una muchacha de 18 años, la obligaron a hacerles felaciones y la penetraron. Según el tribunal, hubo prevalencia, pero no violencia ni intimidación contra la víctima, pese a admitir que se vio coaccionada, sin capacidad de reacción y obligada a optar por el "sometimiento".
El fallo judicial tiene, además, el voto particular de uno de los tres jueces de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra, Ricardo González, que defendió la libre absolución para todos los acusados porque, entre otras cosas, en los vídeos grabados por ellos sólo observa a cinco varones y una mujer practicando "actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo". Los otros dos jueces eran José Francisco Cobo y Raquel Fernandino.
La pena, que todas las partes recurrirán al Tribunal Superior de Justicia de Navarra, dista mucho de los 22 años y 10 meses de cárcel por acusado que solicitaba la Fiscalía, de los 24 que pedía la acusación particular, y de los 25 que reclamaban las acusaciones populares.
La sentencia considera hechos probados que en la madrugada del 7 de julio de 2016, José Ángel Prenda consiguió acceder a un portal haciendo creer a una vecina que se alojaba en ese edificio. Subió en ascensor al segundo piso y bajó por las escaleras para abrir la puerta a sus compañeros. La víctima se estaba besando en ese momento con Ángel Boza, que la había cogido de una mano, "tiró de ella hacia él, cogiéndole de la otra mano Alfonso Jesús Cabezuelo; ambos la apremiaron a entrar en el portal tirando de la denunciante, quien de esa guisa entró en el recinto de modo súbito y repentino, sin violencia", consta en el fallo. Ya en el portal le dijeron "calla", a la vez que le hacían el gesto de "llevarse la mano abierta a la boca".
Los cinco procesados, José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Ángel Boza, el militar Alfonso Jesús Cabezuelo y el guardia civil Antonio Manuel Guerrero, en prisión desde julio de 2016, no han asistido a la lectura del fallo realizada en audiencia pública por el presidente del tribunal, José Francisco Cobo.
Los condenados de 'La Manada'
El tribunal detalla el espacio al que la llevaron, una vez dentro del portal. "Un habitáculo de forma irregular y tamaño reducido (unos tres metros cuadrados); una zona sin salida de 2,73 metros de largo, por 1,02 de ancho y 1,63 de ancho en la parte más amplia". Y dice, que en el portal, uno de los acusados iba delante de ella y los demás detrás. "De este modo fue dirigida por los procesados al habitáculo, donde los acusados la rodearon".
Continúa la sentencia relatando que "al encontrarse en esta situación, en el lugar recóndito y angosto descrito, con una sola salida, rodeada por cinco varones, de edades muy superiores y fuerte complexión, conseguida conforme a lo pretendido y deseado por los procesados y querida por estos, la denunciante se sintió impresionada y sin capacidad de reacción. En ese momento notó cómo le desabrochaban la riñonera que llevaba cruzada, cómo le quitaban el sujetador sin tirantes abriendo un clip y le desabrochaban el jersey que tenía atado a la cintura; desde lo que experimentó la sensación de angustia, incrementada cuando uno de los procesados acercó la mandíbula de la denunciante para que le hiciera una felación y en esa situación, notó cómo otro de los procesados le cogía de la cadera y le bajaba los leggins y el tanga".
A continuación, "la denunciante sintió un intenso agobio y desasosiego, que le produjo estupor y le hizo adoptar una actitud de sometimiento y pasividad, determinándole a hacer lo que los procesados le decían que hiciera, manteniendo la mayor parte del tiempo los ojos cerrados. Los procesados, conocieron y aprovecharon la situación de la denunciante en el cubículo al que la habían conducido, para realizar con ella diversos actos de naturaleza sexual, con ánimo libidinoso, actuando de común acuerdo".
Y añade que "en concreto y al menos, la denunciante fue penetrada bucalmente por todos los procesados; vaginalmente por Alfonso Jesús Cabezuelo y José Ángel Prenda, éste último en dos ocasiones, al igual que Jesús Escudero Domínguez quien la penetró una tercera vez por vía anal, llegando a eyacular los dos últimos y sin que ninguno utilizara preservativo. Durante el desarrollo de los hechos Antonio Manuel Guerrero, grabó con su teléfono móvil seis vídeos con una duración total de 59 segundos y tomó dos fotos; Alfonso Jesús Cabezuelo Entrena, grabó del mismo modo un vídeo, con una duración de 39 segundos". Después, todos se fueron de manera escalonada, aunque Antonio Manuel Guerrero Escudero, "se apoderó, en su propio beneficio, del teléfono móvil" de la denunciante. El tribunal ve un delito leve de hurto, con una condena de 2 meses de multa a razón de 15 euros diarios.
Horas después, José Ángel Prenda envió desde su móvil por WhatsApp al grupo de "La Manada", a otras personas y a "Disfrutones SFC." los siguientes mensajes: "follándonos a una los cinco", "todo lo que cuente es poco", "puta pasada de viaje" "hay vídeo" en el remitido al chat "la Manada", "follándonos los cinco a una, vaya puto desfase, del ATC Madrid era, ja, ja".
El tribunal dice que, con estos hechos probados, lo que ocurrió fue un abuso sexual, y por eso absuelve a todos de las acusaciones del delito continuado de agresión sexual, de robo con violencia e intimidación y de otro contra la intimidad de la víctima.
Agustín Martínez Becerra, abogado de cuatro de los cinco condenados, recurrirá sentencia porque "no es ajustada a derecho", al "sacarse de la manga un delito de abuso sexual con prevalimiento que en ningún caso ha sido base de acusación y no nos hemos podido defender". Y añadió que "todos contemplábamos la inocencia y el tribunal nos ha dado la razón, son inocentes de una agresión sexual, de un delito contra la intimidad y cuatro de los cinco son inocentes del delito de robo".
El abogado de la víctima, Miguel Ángel Morán, aseguró estar "decepcionado" y aseguró que va a recurrir el fallo judicial ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra.
La indignación estalló en España nada más conocerse la sentencia, cuando decenas de personas concentradas ante la Audiencia Provincial de Navarra intentaron sin éxito entrar en el Palacio de Justicia. De inmediato se convocaron manifestaciones en todo el país y la indignación se trasladó a las redes sociales. La Policía Nacional escribió hasta doce veces seguidas el "hashtag" "#NoesNo" en su cuenta de Twitter tras conocer la condena. Y acababa con un apoyo a la víctima: "Estamos contigo. 091". Partidos políticos de todo signo, sindicatos y organizaciones de los más distintos ámbitos también mostraron su estupefacción por la sentencia.
La directora general del Instituto Asturiano de la Mujer y Políticas de Juventud, Almudena Cueto, admitió que esperaba una condena "más dura". Y en nombre del Gobierno del Principado, transmitió su "solidaridad y apoyo" a la víctima. Mariti Pereira, presidenta de Cavamy y de la Federación de asociaciones de asistencia a víctimas de violencia sexual y de género en Asturias (Famuvi), calificó la sentencia de "indignante, humillante y un insulto a la libertad de las mujeres y a sus derechos. Esto es un ejemplo claro de la justicia patriarcal que impera en este país. Estamos completamente indefensas".
