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SAMU FUENTES | Director de cine

"Un rodaje es un campamento de verano, conviviendo todo el día e intentando sacar algo adelante"

"Hago un guión sobre el paso del colegio al instituto, donde están mis años más felices, con su libertad y sus miedos"

El cineasta Samu Fuentes, en Oviedo. LUISMA MURIAS

Se llama José Manuel Fuentes Berros (Noreña, 1972), pero los amigos del colegio le pusieron Samu y así quedó para la vida y para el cine, en el que ha inscrito su primer largometraje, "Bajo la piel de lobo". Es uno de los cinco directores que en un año hizo su primera película en Asturias.

-Estoy en buen momento. En lo profesional busco un sitio en el cine, y en lo personal, la felicidad.

Los proyectos son dos guiones propios, uno en reescritura y otro a mitad de redacción.

-Reescribir es volver a pensar. "Bajo la piel de lobo" tuvo catorce guiones buscando alternativas, como en los libros "Elige tu propia aventura" de cuando era pequeño. Uno lo escribí en Barcelona en 2004 y quedó en un cajón.

- En ese tiempo, ¿cambia más el guión o el autor?

-La sociedad cambió mucho y yo aprendí. Trata de la tercera edad, y el enfoque y el tratamiento de la vejez cambió. El otro guión es el verano en los ochenta de un grupo de muchachos en el paso del colegio al instituto.

- ¿En un sitio como Noreña?

-Está basado en muchos recuerdos y miedos propios pero desde un punto de vista cómico.

- ¿Cómo recuerda la época?

-Como los años más felices de mi vida por la libertad que teníamos: hacíamos casetas, jugábamos en el río, íbamos de monte con la tienda de campaña. Ahora Noreña es el municipio más joven, pero los chavales están enganchados a la tablet.

- ¿Y los miedos?

-Pasar de ser pez grande en el colegio a pez chico en el instituto, el inicio de las relaciones con las chicas, los amigos que parece que van a ser para toda la vida.

- ¿Tiene un carácter adecuado para las esperas y sorpresas que suceden en las largas gestaciones de las películas?

-Sí. Hay que ser positivo, encontrar la felicidad en las pequeñas cosas y vivir los momentos.

- Se rueda a toda mecha...

-Sí, lo hicimos en seis semanas, poco para el tipo de película que era: apretamos los dientes y acabamos media jornada antes. Me sorprendí a mí mismo porque hicimos sólo cuatro tomas por plano frente a las diez normales. Teníamos las cosas muy claras y hablamos mucho de personajes y subtextos con los actores para que tuviera mucha naturalidad.

- ¿Es director autoritario?

-Soy de coordinar talentos y recibir ideas y luego decidir, sobre todo con el director de fotografía y la directora de sonido.

- ¿Y después?

-Fue lo más duro y se alargó tanto que no llegamos al Festival de San Sebastián. El montaje, los efectos especiales, la banda sonora, los festivales, la promoción.

- Pero con la película clara...

-Como me había advertido un profesor, rodamos contra el guión y montamos contra el rodaje. Hubo que quitar muchas cosas en el rodaje y en el montaje hubo que dar un sentido a lo que teníamos.

- ¿Le gusta la farándula?

-Me cansa. El Festival de Miami fue más chulo.

- ¿Qué queda después?

-El aprendizaje, la amistad y un vacío raro e incómodo que intento rellenar con los guiones.

- Cuando no se hace cine, ¿de qué se vive?

-El cine y la publicidad están bien pagados y cuando trabajas un día suelen ser más de 12 horas y cotizas por día y medio. Nunca tienes seguridad, pero en la mayoría de los trabajos tampoco. Intento ahorrar, estiro el paro, acepto proyectos que me gustan menos. En Asturias se vive mucho mejor con mucho menos dinero. Vivo muy a gusto, al lado de Gijón y de Oviedo y no quiero ganar más para ser menos feliz.

- Describa su felicidad.

-Tiempo para encontrarme a mí mismo, ver qué rumbo tomar, descansar de mucho estrés y de no haber tenido vacaciones. Busco la felicidad con mis amigos; mis padres, José Ramón, que fue empleado del Banco Herrero, y Adelina, ama de casa, y mis hermanas Eva y Lucía.

- Creo que fue deportista.

-Jugué a baloncesto en el equipo de Noreña, hice montaña y natación y lo practico.

- Siendo un niño tan social y físico, ¿cómo logró estar sentado horas en la butaca del cine?

-Me gusta la magia de estar solo metido en la película y compartiéndola. Los domingos íbamos al cine Marcel a ver películas de "Parchís", de kung-fu, "El lago azul"...

- ¿Se aficionó al cine con eso?

-Sí, porque mi primer recuerdo es en el Cine Principado y que mi hermana se meó cuando salió Darth Vader en "La guerra de las galaxias". En Noreña llegó a haber tres videoclubes.

- Noreña es un sitio estupendo, pero no es Hollywood para soñar con ser cineasta.

-Pues está hecha aquí y aquí se planteó el momento que me sentí quemado y me puse en marcha.

- Cuente.

-Había hecho Magisterio de Educación Física y tenía 23 años. Llevé a mi novia a casa, me dormí conduciendo y choqué de frente con otro coche.

- ¿Fue grave?

-El cinturón me salvó la vida, pero me rompí el intestino. El otro conductor se rompió un tobillo. Estuve ingresado mes y pico y pensé mucho qué quería hacer con mi vida. La educación me gusta, pero no era el sitio. Comenté en casa y a mi pareja de entonces que quería probar a hacer cine y elegí Barcelona en una escuela muy práctica con gente de todo el mundo. Descubrí qué es vivir solo y la libertad de la Barcelona de 2000 a 2004.

- ¿Cómo fue volver a casa?

-Duro. Regresar con una formación de algo que aquí no había. Al año fui a vivir solo y con dos amigos montamos una empresa para llevar actividades del polideportivo de Noreña, pero valoraba volver a marchar de Asturias. Cuando iba a salir de vacaciones para Lisboa, recibí la llamada para la entrevista para trabajar en el rodaje de "La torre de Suso", con Tom Fernández, pasé y en septiembre empezamos.

- ¿Le gustó el cine real?

-Sí, se parece a un campamento de verano: mucha gente conviviendo todo el día e intentando sacar algo adelante.

Luego hizo publicidad y "¿Para qué sirve un oso?" con Tom y empezó a encadenar rodajes: "Oviedo Express" (Gonzalo Suárez), "Las cenizas del cielo" (José Antonio Quirós), "Vicky, Cristina, Barcelona" (Woody Allen).

- ¿El deporte le valió para el cine?

-El deporte exige entrega y disfrute, y el cine, igual.

- ¿Planes sentimentales?

-Ahora pienso más en la felicidad individual y disfrutar de otra manera. Hay que estar a gusto con alguien con quien quieras compartir. Pensé en los hijos de pequeño, pero no soy de los que creen que hay una vida. Hay muchas vidas, sólo hay una muerte.

- Salen tres vidas: la de crecer, la del choque y la del cine.

-Empiezo la cuarta con la ilusión de hacer la segunda película.

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