Un océano y siete horas separan Oviedo de Bogotá. Eran las 11.40 de la mañana cuando la Fundación Princesa de Asturias llamó a Alma Guillermoprieto para decirle que había ganado el premio de Comunicación y Humanidades. En la ciudad colombiana, el reloj marcaba las 4.40. "Ha sido la mejor manera de despertar del mundo", señaló poco después la reportera mexicana, afincada en la capital colombiana, en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA.

"Ahorita estoy viendo amanecer", añadió Guillermoprieto, que justo este año celebra sus cuatro décadas en el oficio periodístico. Su primera reflexión tras ser galardonada con el premio "Princesa de Asturias", un reconocimiento "totalmente inesperado", es sobre su oficio. Repasando la lista de premiados, el jurado que presidía Víctor García de la Concha hacía hincapié en que la reportera mexicana es sólo la tercera mujer que recibe el galardón, pero Guillermoprieto reivindica su oficio: "Tendríamos que ver cuántos reporteros lo han ganado antes". Repasando el palmarés, se muestra orgullosa de compartir espacio con Annie Leibovitz o James Nachtwey, pero son otros dos premios los que le llaman la atención: el que recibieron en 2003, ex aequo, Ryszard Kapuscinski y Gustavo Gutiérrez Merino, y el de 1987, también compartido, que distinguió la labor de dos medios colombianos, los diarios "El Espectador" y "El Tiempo", por "su tarea estimulante del papel de la sociedad civil colombiana y su testimonio solidario de coraje en la denuncia del narcotráfico y la violencia terrorista". Un palmarés al que ahora se une la reportera por, según concreta el jurado, "representar los mejores valores del periodismo en la sociedad contemporánea", y por su larga trayectoria y profundo conocimiento de la realidad de Iberoamérica, que "ha transmitido con enorme coraje también en el ámbito de la comunicación anglosajona, tendiendo, de este modo, puentes en todo el continente americano".

"Es una emoción muy muy grande e inesperada. Pero sobre todo lo asumo como una responsabilidad. Espero estar a la altura", reflexiona la reportera.

Tras aceptar el galardón, Guillermoprieto remitió un escrito de agradecimiento a la Fundación, en el que reivindica la importancia de estos galardones: "Este premio me llena de asombro, alegría -y susto- por su significado e historia. El Premio Princesa de Asturias es la institución por medio de la cual España se enlaza al mundo y el mundo a España. Es un honor inmenso ser un eslabón más de esta historia y por fortuna no cargo con el peso del premio yo sola, pues sé que es un reconocimiento a todos los de mi oficio, el periodismo, que ha sido y sigue siendo la manera más emocionante de vivir el mundo".