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Un algo atmosférico

Muel de Dios disecciona con su cámara al dúo pop "Elle Belga"

Un algo atmosférico

Eso que tocan los de "Elle Belga", la pareja sentimental y musical formada por Josele García y Fany Álvarez, realmente tiene más parentesco con el silencio que con la música. Cómo será que en sus conciertos, a poco que te descuides, acabas importunado por el aire acondicionado de la sala, que entra de polizón con su sinfonía mecánica: fru, fru, fru, fru. Por eso, si se escucha con atención la fotografía de Muel que aquí al lado se reproduce se comprobará que apenas se oye nada o, como mucho, llega al oído el susurro misterioso que Fany va a dejar caer en el micrófono. Pero no todavía. "Sí, a veces el silencio importa más que la música", dice Josele sentado al fondo de esta desnudez naranja, desamueblada y en su punto máximo de atardecer. "Elle Belga" suena a eso que ven: es algo atmosférico.

Hace veinte años, Fany y Josele empezaron a tocar juntos grabando nanas, que es música narcótica. Una nana es un dejarse ir. A eso conducen también las canciones de "Elle Belga", temas a los que esta pareja acude a depurar lo esencial y, un poco sonámbulos, a explorar cada matiz de la oscuridad.

-Si me disculpan, ¿no son ustedes un poco intensos?

Fany se desprende un segundo de esa imagen de rubia de Hitchcock con que se deja retratar y se revela gloriosamente gijonesa:

-Ni melancólicos, ni intensos. ¡Somos mucho de chigre y de pasalo bien! ¿Vas a poner eso?

BIO

Josele García y Fany Álvarez, ambos gijoneses, conforman el dúo pop "Elle Belga". Tienen cuatro trabajos discográficos en el mercado: "1970", editado en 2009, "Segundos prestados" (2012), "Refugio" (2013) y "Euforia" (2016). Cuando comenzaron a tocar juntos, ella procedía de la escena "mod" y él del "indie". Ambos formaban parte del cogollo del "Xixón Sound". Josele García fue integrante esencial de un grupo ya legendario, "Manta Ray". Fany estuvo en "Fany y los Dandys". Hoy comparten casa, vida y proyecto musical. Aseguran que cuando componen pueden llegar a discutir muy apasionadamente pero, como por ensalmo, cuando termina el ensayo y comienza la vida de pareja no hay discusión que valga. Nunca. Se llaman "Elle Belga" porque a Josele, hijo de emigrantes, lo llamaban "El belga".

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