José Mercé llegó, vio y venció. Como Julio César, pero con la música flamenca como excusa. El cantaor jerezano hizo temblar a un Palacio Valdés lleno hasta la bandera con una única intención: dejarse atrapar por las notas que el músico fue extrayendo de su garganta privilegiada. Eso, precisamente, fue lo que sintieron los espectadores que reunió el autor de "Aire", el versionista de Luis Eduardo Aute, un flamenco jondo, pero también un intérprete modélico de la línea más pop. Una delicia, aseguraron.

Mercé no es la primera vez que viaja a Avilés. La última actuó en el Centro Niemeyer y lo que hizo entonces lo repitió anoche en la villa del Adelantado, que no es un escenario muy acostumbrado al flamenco.

El duende, la emoción y la sabiduría de Mercé se expansionó por todas las esquinas de un teatro rendido.