El cineasta francés Laurent Cantet, director de la laureada 'La clase', llega este viernes a los cines españoles con 'El taller de escritura', un thriller con el que indaga en la generación de jóvenes "del mañana" y con el que observa "la mirada" que tienen sobre ellos los adultos.

"Tenemos tendencia a juzgar a los jóvenes de forma bastante expeditiva y a tratarles de tontos e idiotas. En esta estigmatización, lo grave es que les enviamos directamente a los brazos del extremismo", ha reflexionado el director galo durante una entrevista concedida a Europa Press con motivo del estreno de la cinta, que participó en la sección Un Certain Regard de Cannes en 2017.

La cinta se desarrolla en La Ciotat, una villa portuaria de la Provenza, en Francia, donde Olivia, papel interpretado por Marina Foïs, imparte un taller de escritura para jóvenes como parte de un programa de integración social. A partir de este trabajo resurge el pasado obrero de la ciudad y el cierre de un astillero. Sin embargo, esto no le preocupa a Antoine, uno de los jóvenes, quien muestra con sus propuestas una violencia que alarma y también atrae a la novelista que imparte el taller.

Cantet ve responsabilidad en la acción de los adultos respecto a las debilidades de los jóvenes porque, según ha destacado, son los mayores quienes les hacen "vulnerables" frente a alguien que les invita a unirse a ellos para "tener protagonismo y decidir", algo que se observa, según ha indicado, en la "radicalización de la extrema derecha del islamismo".

"Estamos obligados a tomarlos en consideración", opina Cantet, quien hace alusión también a sus "nuevos espacios de imaginación para construir el mundo", tales como los videojuegos, que él mismo ha elegido para comenzar los primeros minutos de metraje de esta película. "Es un espacio de ensoñación en un paisaje idílico y que expresa una violencia contenida al golpear el aire con la espada", añade.

Según ha confesado, esta escritora, en ciertos aspectos, representa al doble de Cantet. "Me interesa porque se atreve a arriesgarse, con torpeza, pero con muchas ganas de escuchar, de centrarse en el modo de pensar de los jóvenes, y al mismo tiempo expresa un sentimiento compartido entre muchos adultos: la impotencia por no conseguir contactar realmente con estos jóvenes, sobre todo después de los atentados en Francia".

Preguntado por las grietas que han surgido en Francia tras los atentados terroristas de los últimos años, Cantet hace referencia a un "sentimiento de miedo real" y la "sensación de vivir una época inédita", así como una "globalización cada vez más fuerte".

"Inmediatamente después de los atentados se empezó a señalar a los jóvenes de origen árabe, que sintieron totalmente estigmatizados, y algunos decidieron buscar en el radicalismo su identidad que sentían que habían perdido, y a ese miedo global se añadió el miedo del que está enfrente", ha dicho.

Excepto la actriz que da vida a Olivia, la novelista, los jóvenes debutan en la actuación con esta película. En este sentido, ha señalado que las escenas de la película se alimentan de sus propias experiencias, así como "la forma de expresarse" o su "energía en los debates", e incluso validaron lo que él había esbozado en el guion.

Respecto a Antoine, el personaje central que causa en la escritora tanto atracción como repulsa, Cantet ha señalado que defiende esa "dualidad" porque supone "la riqueza de cualquier ser humano". El actor, después de unos días de ensayo, veía detestable su papel pero a la vez un cariño en aumento.

No obstante, el director ha precisado que esta película "no es un tratado sociológico" ni tampoco ha sido su intención, sino más bien un "thriller". "Cada vez que hago una película me apetece que el discurso se encuentre en segundo plano, subterráneo, y aquí conseguí que esos dos aspectos estuvieran unidos: el deseo de Antoine por la ficción lleva la película hacia el suspense", ha dicho.