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La esposa de Sandel tiene la llave

"España es mi patria espiritual", dice la socióloga Kiku Adatto, judía sefardí, mujer del "Princesa" de Ciencias Sociales, Michael J. Sandel

Kiku Adatto y el filósofo Michael J. Sandel, premio "Princesa de Asturias" de Ciencias Sociales, en su casa de Estados Unidos.

La conexión con España de Kiku Adatto, profesora de Sociología en Harvard, esposa del premio "Princesa de Asturias" de las Ciencias Sociales de 2018 -el filósofo estadounidense Michael J. Sandel- comienza con una llave. La llave de su casa en Sevilla.

Durante cientos de años su familia, judíos sefardíes expulsados de la Península en 1492, la ha guardado junto a la promesa de regresar. "Mi abuela Anna Perahia Adatto trajo esta preciosa llave a Estados Unidos cuando se mudó a Seattle (Washington) y la colocó en una estantería, en una campana de cristal", explica la esposa de Sandel a LA NUEVA ESPAÑA. Su familia recibió esta semana la noticia del galardón al filósofo. Justo en el momento en que preparan los trámites para solicitar la ciudadanía española. El premio, como la llave, es para Adatto una nueva conexión con su "patria espiritual".

La familia de Adatto, como otras muchas familias sefardíes expulsadas por los Reyes Católicos, hicieron de las llaves de sus casas españolas todo un símbolo de la reivindicación de sus orígenes. La esposa del filósofo dice tener "alma española" y confiesa que la tierra le llama.

"Cuando mi abuela murió, ella le dijo a mi padre que debería regresar a España con sus hijos y los hijos de sus hijos. Todos regresamos al barrio de Santa Cruz, en Sevilla, y viajamos juntos por toda Andalucía", explica en una conversación con este periódico. Adatto, aunque habla ladino -variedad del castellano que usan los judíos expulsados de la Península-, prefiere responder a las preguntas en inglés.

El viaje familiar de los Adatto fue el primero de muchos. "Mi padre, Albert Adatto, fue a España muchas veces en los años setenta, ochenta y principios de los noventa", explica. Por ejemplo, en 1992 en Sevilla, su padre organizó una ceremonia especial en la Catedral de Sevilla para presentar a sus nietos las réplicas de las llaves sefardíes y musulmanas de la ciudad, otorgada al rey Fernando III en 1248.

Junto a su esposo, el flamante premio "Princesa" de las Ciencias Sociales, Adatto visitó aquellas ciudades relacionadas con su pasado español, como Sevilla, Toledo, Granada o Córdoba. También viajaron a Madrid o Barcelona, "dos ciudades vibrantes que amamos", confiesa Kiku.

Aunque han viajado mucho con sus hijos por gran parte de España, les falta conocer Asturias. Esto ocurrirá el próximo octubre, cuando acudan a la entrega de los premios "Princesa de Asturias" en el Campoamor.

- ¿Le gustaría vivir en España en un futuro?

-Sí, nos gustaría vivir en España.

No duda en su respuesta. Pero matiza que lo harían por largos períodos de tiempo, no de forma definitiva. Regresar a Estados Unidos resulta necesario para un matrimonio en el que ambos trabajan como profesores en la Universidad de Harvard. "Tenemos mucho que aprender y todos queremos mejorar nuestro español", explica.

Conocer mejor el idioma de sus antepasados es uno de los desafíos de su familia. Ella y sus hijos deben pasar un examen de español como parte de los requisitos para recibir la ciudadanía española. Para sus dos hijos, Adam y Aaron, no será difícil. Ambos hablan español y su hijo mayor estudió un semestre en Sevilla, donde volvió varias veces más. Adatto, en cambio, habla ladino porque es el idioma que siempre se habló en casa de sus padres, "incluso cuando se convirtieron en ciudadanos estadounidenses".

Solicitar la ciudadanía española "es un proyecto desafiante", explica esta judía sefardí. Son muchos los pasos a seguir. Además del examen de español, deben certificar su linaje sefardí, entre otros muchos documentos. Este paso no resulta difícil para la familia de la socióloga: "Mis abuelos y mi padre fueron muy activos en la comunidad sefardí y mi padre era un historiador respetado que documentó cómo los sefardíes vinieron de Constantinopla para establecer una comunidad próspera en Seattle, Washington". Por parte de ella, son muchos los lazos familiares con España. Por parte de él, recibir el premio "Princesa de Asturias", sirve como un punto más a favor del trámite, tal como apuntan desde la Comunidad de judíos sefardíes de Asturias.

En la actualidad, el matrimonio trabaja en varios proyectos. Ambos comparten una idea: "Los niños pueden convertirse en filósofos". Desde que sus hijos eran muy pequeños, tenían con ellos conversaciones en la mesa sobre diferentes temas: "Discutíamos los eventos del día, hablábamos sobre cómo iban en la escuela y las discusiones sobre lo correcto y lo incorrecto surgían muy fácilmente en ese entorno". Este planteamiento que utilizaban con sus hijos para invitarles a reflexionar es el germen de su libro "Babayán y la estrella mágica".

Con él pretenden fomentar el pensamiento crítico de los jóvenes a través de la creación de sus propias historias. "Creemos que la narración proporciona una alternativa al enfoque didáctico de la educación moral porque las historias llevan a los niños a otro lugar, un mundo imaginario donde puede ser más fácil discutir temas difíciles", explica sobre el proyecto de ambos. Su objetivo ahora es poder traer su programa educativo a España e implantarlo en la educación pública.

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