Uno de los temores más comunes entre la población son las arañas. Sus ocho patas y su complexión suele generar una mezcla entre rechazo y miedo, por eso la reacción más extendida cuando nos topamos con un arácnido o un insecto es exterminarlo, ya sea por un golpe, mediante el aspirador o con un spray fulminador.

Sin embargo, esto es un grave error según sostiene el investigador y entomólogo Matt Bertone. Los artrópodos son una parte importante de la naturaleza, así como también del ecosistema de nuestra casa. Esta afirmación se basa en el estudio realizado por el científico y otros investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) y publicado en la revista PeerJ.

La investigación analizaba el interior de 50 viviendas, en las que se descubrió que en todas ellas habitaban arañas. Recolectaron e identificaron más de 10.000 especímenes de artrópodos y dípteros, entre los que destacaban las moscas (un 23%) y las arañas (un 19%).

¿Por qué no debemos matar las arañas que habitan en casa?

Bertone explica que los arácnidos al ser depredadores nos ayudan a eliminar algunas plagas de nuestras viviendas. El estudio pone especial interés en aquellas plagas de insectos que pueden propagarse, como por ejemplo, mosquitos, chinches, termitas o pulgas. Desde el punto de vista de la salud, es mucho mejor tener en casa un par de arañas, que mosquitos o pulgas...

No obstante, "se sabe muy poco sobres resto de especies de artrópodos que viven con humanos, ya que muchas de ellas pasan inadvertidas", afirman los científicos. "Se desconoce si la interacción con los seres humanos es beneficiosa, neutral o negativa".

Las especies benignas son más frecuentes que las plagas

La gran mayoría de artrópodos encontrados en el interior de las viviendas son especies que suelen vivir en el exterior de la casa y acaban entrando en algún momento. Es decir, no les gusta vivir en un entorno humano. Este descubrimiento lleva a abrir la mente a la diversidad y distribución de los artrópodos en la vida cotidiana, tal como afirman los investigadores.

Aunque casi todas las arañas son venenosas, muy pocas tienen la fuerza suficiente para atravesar la piel en el caso que nos piquen. Además, las arañas comunes nunca atacan a los humanos e intentan evitarnos siempre que pueden. Si ves una araña es porque la has pillado en algún desplazamiento; para las artrópodos las presas son los mosquitos, las pulgas y otros insectos, no los humanos. Así que la próxima vez que veas a una araña en tu hogar, respira y déjala vivir.