Las empresas industriales asturianas lograron clarificar en su mayoría a lo largo de la jornada de ayer en qué medida les afectaba el real decreto de ceses de la actividad no esencial y se ha acatado la orden "por compromiso y responsabilidad", pero con la convicción de que el día 10, una vez que venza en la medianoche del 9 el cierre decretado el domingo pasado por el Gobierno, debe restablecerse la actividad sin demora para evitar un gran daño a la economía asturiana, señaló anoche el director general de la patronal asturiana (FADE), Alberto González.

FADE, Delegación de Gobierno, Consejería de Industria y empresas mantuvieron intensos contactos a lo largo de la jornada para disipar las dudas que había suscitado un decreto impreciso y abierto a la interpretación, lo que generó una gran incertidumbre y una percepción de inseguridad jurídica.

Tanto la ministra de Economía, Nadia Calviño, como la de Industria, Reyes Maroto, señalaron ayer en sendas comparecencias (y en términos análogos a lo dicho la víspera por la titular de Trabajo, Yolanda Díaz) que el texto fue redactado de forma ambigua para que empresas electrointensivas y compañías que no pueden detener la producción pudieran ampararse en la holgura de la norma para no parar y acogerse a fórmulas que pudieran negociar "de forma flexible" empresa y sindicatos. Las empresas señalaron, por el contrario, que hubieran preferido un decreto más preciso que les hubiese aportado garantías de no vulnerar la norma.

La matización hecha ayer por el Gobierno de que también están exceptuadas del cese de actividad las compañías exportadoras que puedan perder clientes y cuota de mercado en caso de no servir los pedidos fue también recibido con satisfacción en la industria regional.

"Parar no gusta a las empresas pero no protestan la orden, aunque va a suponer un 'shock' importante para la economía, porque todas quieren preservar la salud de sus trabajadores y de la ciudadanía. Sólo se pide un poco de orden y seguridad jurídica", indicó González. "Ha habido sensibilidad por la Consejería y la Delegación de Gobierno y estamos relativamente satisfechos de la solución respecto a lo que se aventuraba el lunes. Estamos un poco más tranquilos", dijo el director general de la patronal. "Asturias tiene una estructura específica, con una industria de procesos muy complejos que son difícil de parar e incluso de ralentizar", explicó.

Jenaro Martínez, secretario general de UGT-FICA, expresó que durante gran parte del día de ayer aún persistió la confusión sobre las empresas que podían seguir activas. A su juicio, "lo más importante es la salud y, mientras no haya vacuna o tratamiento, no hay más freno al virus que el confinamiento, pero no es fácil equilibrar esto con la realidad de que en Asturias hay industrias que no se pueden parar de repente y que debemos garantizar que recuperen su actividad cuando acabe este periodo". Martínez reclamó un esfuerzo de clarificación.

El responsable de CC OO de Industria, Damián Manzano, expresó que las consecuencias de las paradas "irán más allá de lo que dure la emergencia sanitaria". Lamentó la "confusión" en que se sumieron empresas y trabajadores y reclamó que las paradas se hagan sin dañar la reactivación de las empresas y que se garantice la salud de los trabajadores. Manzano señaló que cuando en la noche del lunes se difundió la lista de empresas no afectadas por los cierres en Asturias, el Ministerio de Industria no era conocedor de ello. "Ha habido falta de coordinación entre Gobierno y comunidades autónomas", apostilló.